Por no garantizar los derechos de los trabajadores, estar expuestos a regímenes autocráticos y promover las prácticas laborales injustas, México es uno de los peores países para trabajar, de acuerdo al Índice Global de los Derechos de la Confederación Sindical Internacional.

La situación de los trabajadores mexicanos es similar a la que se vive en Arabia Saudita, China, Colombia, Corea, Ecuador, Egipto, Filipinas, Grecia, Guatemala, Honduras, India, Irán, Nigeria, Pakistán, Qatar y Ucrania.

Los empleados también tienen que sortear la exclusión de gran número de trabajadores; la falta de garantías en todo lo que se refiere a derecho de negociación colectiva, libertad de expresión y protesta social; así como el aumento de la violencia y de los arrestos o despidos y otros actos de discriminación antisindical.

En el caso de México, el informe retoma el caso del sindicato de la confección Cone Denim Yecapixtla, al cual en tres ocasiones se les denegó el registro, tiempo en el cual la compañía registró su propio sindicato.

Del mismo modo, el registro de SNTEPE-PEMEX en la industria de gas y petróleo, fue deliberadamente retrasado por el ministerio desde 2014, sin causa justificada.

También se remarcan los casos de despidos y otras medidas discriminatorias antisindicales, aunado al asesinato de sindicalistas.

Sin embargo, la situación no es exclusiva de México, sino que se ha convertido en una constante en América Latina desde donde se sigue viviendo un clima generalizado de extrema violencia y represión contra los trabajadores y sindicalistas.

“Las prácticas antisindicales siguen estando muy extendidas en muchos países latinoamericanos. Los sindicatos se enfrentan a una reiterada denegación del registro y un grave menoscabo de los derechos de negociación colectiva con la prevalencia de contratos de protección y la creación de sindicatos amarillos para impedir una genuina representación de los trabajadores”, advierte el documento.