Un nuevo motín la madrugada de este sábado en una cárcel en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil dejó al menos 52 reclusos muertos, informó la policía.

Las muertes ocurren tras una intensa balacera de casi ocho horas en la Penitenciería del Litoral, donde en ocasiones anteriores se han producido masacres entre internos pertenecientes a bandas relacionadas con el narcotráfico local e internacional.

De acuerdo a un informe policial, la balacera también dejó al menos 10 internos heridos, y se dio con el decomiso de explosivos, un fusil y dos pistolas en ese recinto carcelario, considerado el más violento del país y situado a 270 kilómetros al suroeste de la capital.

Al exterior de esa prisión, decenas de familiares desesperados clamaban por información y ayuda de las autoridades.

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En las últimas horas se escucharon constantes ráfagas de armas y disparos en la Penitenciaría del Litoral, mientas en redes sociales circulaban macabros videos mostrando supuestas víctimas, heridos y cuerpos incinerados en el interior de esa cárcel, mientras otros clamaban por la intervención de policía y los militares.

Masacre tras masacre

La situación se registra en medio de la vigencia de un estado de excepción a nivel nacional, el cual restringe ciertos derechos y concede autoridad especial a los uniformados.

A finales de septiembre enfrentamientos entre los reclusos dejaron un saldo de 118 fallecidos, pero en febrero, el saldo de un amotinamiento simultáneo fue de 79 muertos.

En julio, 22 reos fallecieron y en septiembre un ataque con drones se produjo sin dejar víctimas mortales.

Ecuador registra cerca de 40 mil detenidos en el sistema penitenciario, de los cuales unos 8 mil 500 están en el centro penitenciario del Litoral.

Según datos proporcionados por el director del servicio de atención a privados de libertad, ese recinto carcelario fue construido para 5 mil personas.