Redacción PH

Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, fue condenado a una pena de 16 años y 8 meses de prisión por varios cargos de abuso sexual contra tres menores de edad, en Estados Unidos.

Naasón Joaquín García, de 53 años y quien era considerado un “apóstol” de Jesucristo por sus cinco millones de seguidores, desde su detención en 2019 luchó enérgicamente contra los cargos, que incluían violación infantil y almacenamiento de pornografía infantil, sin embargo a unos días de que iniciara su juicio aceptó declararse culpable de abuso sexual de tres menores.

Los fiscales dijeron que García se aprovechó de su influencia espiritual para tener relaciones sexuales con varias feligresas y que otros miembros de la Iglesia lo ayudaron a concretar los abusos.

Durante la lectura de la sentencia, el juez dijo que se escuchó a las mujeres que García agredió. “Y en cuanto al acusado, digo: Eres un depredador sexual”, afirmó el juez, mirando a García.

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Sobre la sentencia Rob Bonta, fiscal estatal de California señaló que “la sentencia de hoy para Naasón Joaquín García es un paso fundamental para la justicia. Si bien nunca reparará el daño y el trauma que causó como líder de La Luz del Mundo, esta sentencia deja en claro que los abusadores, sin importar quiénes sean, serán responsables”.

Mientras, la iglesia La Luz del Mundo reiteró su apoyo a García. “Él seguirá ministrando la iglesia desde el lugar donde se encuentra”, expresó en un comunicado en el que también afirmaron que la confianza en el abusador sexual permanecerá “intacta con el pleno conocimiento de su integridad, su conducta y su trabajo”.

Además de Naasón Joaquín, sus asistentes, Susana Medina Oaxaca y Alondra Ocampo, ya fueron condenadas: Medina por agresión, y se prevé que pase un tiempo en la cárcel y otro bajo el régimen de libertad condicional.

En el caso de Ocampo ella se declaró culpable de tres cargos graves de contacto con un menor con el propósito de cometer un delito sexual y un cargo de penetración sexual forzosa.

A Ocampo se le señala por alentar a jovencitas a vestir trajes diminutos para realizar bailes “coquetos” para García. Ocampo también orquestó sesiones de fotos para García, en las que ellas aparecían desnudas tocándose entre sí, según los cargos.

Ocampo les dijo a las niñas que, si rechazaban los deseos y anhelos del “apóstol”, irían en contra de Dios, según los cargos.