Damares Alves, Ministra de la Mujer de Brasil, afirmó que las niñas de una región de la Amazonia son víctimas de abuso sexual debido a que no acostumbran llevar ropa interior.

Su comentario lo hizo durante la presentación del programa “Abrace Marajó”, cuyo propósito es disminuir la explotación sexual en niñas y adolescentes en la isla de Marajó.

Marajó es una de las Islas del Archipiélago de Tapajós, en el estado amazónico de Pará, donde hay un alto índice de abusos sexuales a menores.

“Los especialistas nos han dicho que las niñas sufren abusos porque no llevan calzones, y no usan calzones porque son pobres”.

Instantes después y sin ningún signo de arrepentimiento por lo dicho con anterioridad, presumió que “especialistas” le recomendaron hacer una campaña para recibir donaciones de ropa interior para llevar a esta zona de Pará, Brasil.

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Aunque dijo que recibieron un “importante número de donaciones”, una vez más se exhibió al presumir que consideró la medida insuficiente, por lo que sugirió que lo mejor para proteger a las menores es “llevar una fábrica de calzones” para que “así salgan más baratos”.

“Pero, ¿para qué llevar calzones si van a terminarse?… Tenemos que llevar una fábrica de calzones a Marajó que genere empleo y así les salgan más baratos”.

Como era de esperarse su declaración causó indignación por lo sexista y clasista que resultó.

Sin embargo este tipo de comentarios y acciones se han convertido en una constante desde que Jair Bolsonaro llegó al poder en Brasil.

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