Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, aseguró el aumento del 41.7 por ciento en la tarifa del transporte público era un incremento que “no se podía detener más tiempo”, pues durante ocho años se mantuvo la misma cuota, lo que causó el “achatarramiento” de las unidades.
Desde Tepexi de Rodríguez poco después de que, en Puebla, en rueda de prensa Guillermo Aréchiga Santamaría, secretario del Transporte en el estado, diera a conocer algunos detalles del acuerdo al que hace unas semanas se llegó y concluyó en el aumento a $8.00 y $8.50 en la tarifa del transporte público, el gobernador emitió su primera declaración sobre la autorización de la tarifa.
Indicó que llegar a un acuerdo así con los transportistas era necesario para que se vieran obligados a mejorar las unidades, colocar dispositivos de seguridad.
“No podíamos detener ya un aumento de la tarifa, que más que aumento es un acuerdo entre el transporte y el gobierno porque tiene que ver con modernización del transporte, con asuntos de tecnología para la seguridad de la gente, alarmas, cámaras, GPS, revisar el tema de las rutas tan corrompidas, revisar los permisos. Es un acuerdo muy grande con el transporte para revisar y va a derivar en muchas cosas, la cancelación de rutas, si fueron otorgadas con corrupción, de concesiones estamos en un proceso de revisión de todo”.
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Incluso se dijo consiente de que la medida tendrá un costo político, el cual asumirá su gobierno.
“Estamos conscientes de todo lo que puede implicar socialmente este aumento y lo asumimos, pues son decisiones que se deben de tomar”.
Agregó que al término de los cuatro meses que se dio de plazo para renovar unidades y equiparlas, iniciarán operativos y aquellas unidades que no hayan sido renovadas se les cancelarán las concesiones y se retirarán los vehículos de circulación.
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En el caso de RUTA mencionó que también se está revisando su sistema, aunque descartó que se dé un aumento, el cual está pactado desde que se firmaron los contratos.
Finalmente, tampoco descartó un posible descuento para estudiantes, ya que “nadie asegura” que en el tránsito de las rutas se suban escolares.
