Redacción

La primera ministra Jacinda Ardern afirmó este lunes que Nueva Zelanda logró una importante batalla contra el nuevo coronavirus, al no registrar más casos de contagios locales.

“No hay transmisión generalizada y no detectada en Nueva Zelanda”, celebró, tras cinco semanas de restricciones, por lo que el país que se encontraba en Fase 4 de la pandemia comenzará el levantamiento progresivo de la cuarentena.

Tan solo desde el domingo pasado este país, con sólo 122 casos confirmados y 19 fallecidos por Covid-19, ha registrado un sólo caso nuevo de la infección.

“No hay grandes contagios locales en Nueva Zelanda. Hemos ganado la batalla”, dijo la ministra, para después confirmar que algunas empresas, los establecimientos que ofrecen comida para llevar y las escuelas tienen autorización para reabrir.

Sin embargo, también recordó que no existía ninguna certeza sobre el momento en que desaparezca totalmente el riesgo.

De acuerdo con expertos los logros de este país es resultado de una estricta cuarentena y el adelanto de medidas, aunado a una política agresiva impulsada por Ardern que comenzó con ordenar el completo confinamiento de su población por un mes a la par del cierre total de fronteras.

A la par de la aplicación de pruebas para lograr una detección rápida de los enfermos, el aislamiento pronto de sospechosos y el seguimiento a sus contactos, completan esta estrategia.

También se contó con una promoción intensa de la higiene, el cumplimiento estricto del distanciamiento social y establecer una estrategia efectiva de comunicación para la población, que permitieron no sólo aplanar la curva epidemiológica de manera eficaz y rápida, sino que la terminó por destruir.