Huesos fosilizados de uno de los pingüinos más grandes jamás descubiertos han sido desenterrados en el yacimiento de Waipara Greensand, Nueva Zelanda.

La especie, que ha sido denominada Crossvallia waiparensis, vivió entre hace 56 millones y 66 millones de años atrás, durante la época del paleoceno, pesaba hasta 80 kilos y media aproximadamente 1.6 metros de altura.

Expertos del Museo de Canterbury, junto a Gerald Mayr del Museo de Historia Natural Senckenberg en Frankfurt, Alemania, analizaron los huesos.

De acuerdo con Mayr el descubrimiento abona a que la comprensión de la evolución de los pingüinos sea mucho más clara.

“También hay más por venir, más fósiles que creemos que representan nuevas especies aún están pendientes de descripción”.

El estudio también advierte que, por la forma de sus patas, es muy posible que las usaran para nadar mucho más que sus parientes modernos y posiblemente aún no se habían adaptado para pararse erguidas.

El pariente más cercano conocido del ave es probablemente el Crossvallia unienwillia, un esqueleto fosilizado parcial del cual se encontró en el Cross Valley de la Antártida en 2000.

Además, cuando estos pingüinos extintos vivían, la Antártida tenía un clima muy diferente y probablemente estaba cubierta de bosques.