Puebla, una ciudad con 5 siglos de existencia debe adecuarse a la modernidad. Su historia, su ubicación, su importancia comercial, su relación con otras zonas del país y su dinámica poblacional lo exigen.

No debe ser parte de un capricho o una ocurrencia.

Modernizar el centro histórico de Puebla, que se caracteriza por el desorden que lo invade, exige que una de las primeras medidas que se tomen es ordenar, reglamentar, el aforo vehicular.

El centro histórico de Puebla no fue diseñado para ser invadido por vehículos automotores.

Ahora, el desorden y la invasión impertinente de vehículos del siglo XX y XXI lo han convertido en un verdadero calvario para quienes lo visitan, lo trabajan y lo disfrutan.

Lo hacen y lo convierten en imposible.

No vale argumentar que los poblanos gastaran más dinero, que pueden ser víctimas de abusos, que no hay que combatir a los franeleros, que las grúas “abusarán” de los vehículos.

Se trata de ordenar una ciudad que presta servicios a poblanos, a visitantes nacionales y extranjeros.

La riqueza histórica y cultural de la ciudad de Puebla debe modernizarse y adecuarse a la época actual.

Un centro histórico diseñado para que fuera transitado a pie, ha sido invadido en diferentes épocas con animales de tiro, carretas, diligencias, trenes, tranvías.

Y han desaparecido como parte del avance de la ciudad.

No se trata ahora de desaparecer el tráfico de vehículos motorizados. Se trata de ordenarlo.

Y en el ordenamiento, hacen fila la prostitución, el comercio ilegal, la invasión comercial, los robos, el combate a bandas de extorsionadores y vividores.

Puebla debe ser otra ciudad.

Moderna, atractiva, disfrutable.

Rescatar su importancia y modernizarla.

Adelante Eduardo.

Es cuanto.

Mis contactos digitales:

@luisenriquesf
facebook.com/luisenrique.sanchezfernandez
facebook.com/luisenriquesf
instagram.com/Luisenriquesf
luisenriqueph051@gmail.com


Luis Enrique Sanchez Fernández es periodista; ha escrito para impresos en papel, radio, televisión y portales digitales. Es universitario, historiador y cronista.