Karen Jurado

El Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim, lanzó un comunicado en el que exigen medicamentos e insumos en hospitales en Chiapas, entre otras cosas.

Este movimiento está conformado por más de 500 parteras de 34 municipios y comunidades indígenas y no indígenas de Chiapas, con actividades desde el 2015 a la fecha. Uno de sus objetivos en el reconocimiento, dignificaciòn y libre ejercicio de la partería.

Debido a los cambios en el sistema de salud con la instalación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), este movimiento exige varios derechos ante la situación de discriminación, violencia de género y violencia obstétrica que se vive en el estado de Chiapas.

Entre los derechos que exigen son: a trabajar libremente y sin condicionamientos, a atender mujeres en el embarazo, parto y postparto, a utilizar plantas y medicina tradicional, a conservar y transmitir sus conocimientos y prácticas, a realizar sus propias capacitaciones, a que no haya discriminación hacia las parteras, a apoyarse entre parteras y estar organizadas, a que se reconozca su contribución social mediante un estímulo por su trabajo, a que se les trate dignamente cuando trasladen a una mujer y que puedan acompañarla, a recibir información del estado de la mujer y el bebé, a poder extender constancias de alumbramiento, a denunciar los incumplimientos de las normas oficiales, a tener centros de salud con médicos especializados, a recibir insumos y equipos para realizar su labor y a la defensoría legal.

Violencia obstétrica podría ser considerada violencia de género: SCJN

A su vez dan a conocer una serie de demandas como: el cumplimiento del derecho a la salud y a un cuidado materno, que se reconozca su aporte social y económico, que haya medicamentos y equipo suficiente, contar con el apoyo de profesionales sensibles y capacitados, que las parteras cuenten con insumos suficientes para realizar su trabajo, que la atención sea realizada por parteras, que puedan atender a las mujeres con plantas y medicina tradicional dentro de los centros de salud, que las mismas parteras sean quienes regulen el ejercicio de la partería y poder mantener su confidencialidad para que puedan velar que sus derechos y las leyes que los protegen se respeten.