Filtraciones, mensajes, acusaciones, respuestas, revires, trapos sucios, chismes, han sido en la Nueva Normalidad la función fundamental del periodismo. Tiraje, en la prensa impresa, número de visitas y lectores en el periodismo digital, escuchas o visores en la radio y la televisión, son los objetivos fundamentales de la clase política en su relación con la prensa, con el ejercicio periodístico.

El amasiato entre el poder político y el periodismo es intenso. Lleno de pasiones.

Los gastos y el reparto de contratos, obras y dinero en la gestión interina de Guillermo Pacheco Pulido que implicaron gastos por obras inconclusas o no iniciadas.

Los 20 millones de pesos que recibió como pago Enrique Cárdenas por su candidatura al gobierno de Puebla y la transcripción exacta de la conversación con Ana Teresa Aranda.

El millón de pesos que recibió Miguel Barbosa de parte de Emilio Lozoya por su apoyo a la Reforma Energética, aún cuando su voto fue en contra. La nula, inexistente relación entre uno y otro, desmentida con una fotografía filtrada que retrata la relación cercana entre los dos, más Miguel Ángel Osorio y otros personajes.

Me enteró que el gobernador Luis Miguel Barbosa le pregunta al presidente Andrés Manuel López Obrador la causa por la que no ha metido a la cárcel a Enrique Peña Nieto y a Felipe Calderón y que la respuesta del increpado fue que porque en México hay un estado de derecho y porque la ley es la ley. Pero también, en otro capitulo, me doy por enterado, por la misma vía, que el Presidente le hizo caso al Gobernador y va sobre los huesos de los ex presidentes.

Desvíos de recursos, empresas fantasmas, fraudes, propiedades, riquezas inexplicables, contratos leoninos, influyentismo, favores, son carnita para desviar atención, ocultar temas que hacen daño al sistema, aplacar disonancias, vencer voluntades, son temas que abonan a que la relación periodismo-política se fortalezca y abone al sistema.

Algo me queda claro, en la Nueva Normalidad los códigos de relación entre política y periodismo siguen siendo los mismos.

Más aún: es un terreno al cual abona también la 4a. Transformación.

Con tres variables que son constantes: filtración, mensajería y dinero.

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Luis Enrique Sanchez Fernández es periodista; ha escrito para impresos en papel, radio, televisión y portales digitales. Es universitario, historiador y cronista.