La periodista mexicana Alma Guillermoprieto fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades de 2018, por transmitir la compleja realidad de Iberoamérica con “profundo conocimiento y detalle”.

Nacida en la Ciudad de México en 1949, el jurado la ha condecoró su “escritura clara, rotunda y comprometida” con la que representa “los mejores valores del periodismo en la sociedad contemporánea”.

Asimismo, los organizadores reconocieron su “larga trayectoria profesional y su profundo conocimiento de la compleja realidad de Iberoamérica, que ha transmitido con enorme coraje también en el ámbito de la comunicación anglosajona, tendiendo, de este modo, puentes en todo el continente americano”.

Guillermoprieto se trasladó a Nueva York siendo una adolescente para vivir con su madre. Con formación de bailarina, en 1969 se trasladó a La Habana para impartir clases de danza y fue allí donde, en 1978, se inició en el periodismo como freelance.

Comenzó como reportera de América Central para el diario The Guardian y más tarde para The Washington Post, donde fue redactora de plantilla en la década de 1980.

Tras un breve periodo como responsable de la corresponsalía para América del Sur del semanario Newsweek, continuó su carrera como periodista independiente, y desde 1989 ha escrito sobre América Latina para The New Yorker y The New York Review of Books y varias publicaciones en español.

En 1995 Gabriel García Márquez la invitó al taller inaugural de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), y, desde entonces, imparte talleres para jóvenes periodistas.

También se ha desempeñado como profesora visitante en las universidades de Harvard, Chicago, California en Berkeley y Princeton, entre otras y forma parte del cuerpo de profesores de la FNPI y del consejo asesor del Programa Latinoamericano de la Open Society Foundations.

En el comunicado los otorgantes reconocen la habilidad de la periodista de transmitir “la compleja realidad de esta región, en especial al público angloparlante, convirtiéndose en una referencia internacional. Ejerce el periodismo narrativo escribiendo con un profundo conocimiento y un detalle exquisito”.

También ha destacado como escritora, su primer libro que publicó fue “Samba” (1990), sobre su tiempo en una escuela en Manguiera, le siguieron “Al pie del volcán te escribo” (1995), “Los años en que no fuimos felices” (1998), “Las Guerras en Colombia: tres ensayos” (2000) y “Desde el país de nunca jamás” (2011), una selección de textos escritos entre 1981 y 2002.

Además de “Historia escrita” (2001), “La Habana en un espejo” (2005), “72 migrantes” (2011) y “Los placeres y los días” (2015).