Ricardo Anaya Cortés, excandidato presidencial del “Por México al Frente” y expresidente nacional del PAN, fue exonerado por el supuesto delito de lavado de dinero dos días antes de que Enrique Peña Nieto concluyera su sexenio.

De acuerdo con Reforma, la decisión la tomó la Procuraduría General de la República (PGR), el 28 de noviembre, dos días antes de que Andrés Manuel López Obrador tomara protesta como presidente de México.

“No existe datos de prueba suficientes aun de manera circunstancial que permitan acreditar el hecho con apariencia de elite de operaciones con recursos de procedencia ilícita”, dice parte del expediente.

Dicha acusación se convirtió en una de los temas más recurrentes durante el proceso y los debates para atacarlo.

Fue el 21 de febrero de 2018, en el marco de las precampañas cuando la PGR dio a conocer que en 2017 había recibido denuncias por presunto lavado de dinero en el rollo de una nave industrial.

Desde esa fecha, los señalamientos de la PGR y las respuestas de Anaya en contra del gobierno de EPN, a quien acusó de armar un complot en su contra, tomaron protagonismo en la agenda electoral del 2018.

No obstante un mes antes, en octubre de 2018, la PGR cerró el caso contra Manuel Barreiro, socio de Anaya por lavado de dinero en favor de la firma del panista y su familia.

Para cerrarlo la PGR llegó a un acuerdo reparatorio con Barreiro en donde se compromete a no emprender acción legal para recuperar el inmueble y testificó que le pidieron el “favor” de conseguir quién comprara el inmueble para beneficiar a Ricardo Anaya.

Pero la acción penal no sólo fue extinguida en su favor sino también para su mano derecha, Juan Manuel Olea Villanueva; así como para Juan Carlos y Sergio Reyes García, el arquitecto que compró la nave industrial y el operador de Barreiro, respectivamente, al concluir que no había datos de prueba para acreditar su responsabilidad.