Creo que sabes mis pensamientos en tiempo real,
como si descifraras las sinapsis
que dan origen a mi razón….

Abel Pérez Rojas.

Vamos por la vida como si estuviéramos dormidos y sólo ocasionalmente despertamos para aprehender la descomunal grandeza que nos rodea y de lo que verdaderamente somos.

En esos momentos –quizá segundos–, nos reconstruimos, tomamos fuerza para continuar en la brega del día con día, porque en el fondo nos queda la reminiscencia de que sabemos que somos mucho más que un saco de carne y huesos consumista.

Al regreso a la somnolencia cuasi permanente de nuestra consciencia, algunos caemos en cuenta que la poiesis (creación) facilita extender aquella lucidez que nos reconcilia con nuestro origen.

En formato de poema, la indagación en esos mares posibilita, entre otras cosas, jugar en y con las dimensiones[1] del tiempo.

Al caer en cuenta de ello, y en vista de la serie de artículos que he escrito recientemente teniendo como protagonista el tiempo, buceé en algo de lo que mi bolígrafo ha dejado a su paso. Como si fuera un espejo me miré ahí.

Espejo de papel: / abre tus entrañas, / arrópame con el anonimato, / expúlsame dando la cara, / sólo dame tiempo, / permite que madure el temple, / deja que sea más fuerte, / no abras tu complicidad de madrugada. / Espejo de papel: / eres el diván del solitario, / eres la barca del soñador, / eres el testamento y el mendrugo, / eres el gimnasio del pensamiento[2].

El tiempo como sustantivo y calificativo que nos define, y a su vez parece colocarnos en la condena de la cual tratamos de liberarnos.

Somos los sin tiempo / yendo ida y vuelta / del trabajo a la casa, / preguntándose / si en eso consiste la vida; / esperando un chispazo / que nos haga despertar / antes de la partida[3].

Extraje más. Capturé  unos versos en la relación tiempo, distancia  y permanencia vinculados por el aquí y ahora de la meditación.

Me iré por un tiempo, / ni duda cabe, / para volver de donde surgí, / estaré en la brisa de allende los mares / y en el copo de nieve del clima polar. / Presta silencio a mi susurro, / medita que ahí te hallaré, / verás que nunca me he ido / porque siempre a tu lado estaré[4].

Los segundos se alargan, se contraen, se perciben como una constante, pero pueden pausarse  para experimentar el tiempo como unidad y fragmentación. El tiempo es otro en la mente y creatividad del artista, del poeta.

Arriban / imágenes galopantes, / siluetas derritiéndose / y dodecaedros caprichosos; / borboteo tiránico / que somete / al cerebro ralo / y distraído, / pero nada pueden / ante su interés fijo, / rebotan y rebotan / como corrientes / en arrecifes. / Él, / con los codos dormidos, / inmóviles, / la mirada fija, / remachada en el horizonte, / el rostro apoyado / en sus palmas dóciles / de escritor burgués, / ni cuenta se da del complot. / Su copete canoso / baila alegremente / los ritmos de la ventisca tardía/ mientras su mente flota, / se pierde en bosques, / vuela en la bruma / y bucea en medio de tiburones. / Así transcurre el segundero / en una tarde ideal / de un día común / en una ciudad equis / de un vate cualquiera[5].

El tiempo como manantial, como recurso no renovable y derecho intransferible que al agotarse o prescribir, se lleva consigo la existencia, pero que como permanencia alimenta la utopía.

Me dolió haber perdido tiempo, / tanto como aquella pena insuperable / adquirida en la infancia, / presente en la adolescencia / y latente en mis cuarenta y tantos años. / Sentí que perder tiempo / fue morir un poco, / como extraviarse en un laberinto / para tan solo hallar la salida. / Cierto, que hay quien mal gasta su vida / y ni cuenta se da, / porque le parece inagotable, / una especie de dispendio / de algo que se renueva indefinidamente. / Para mí no fue así, / yo tomé cabal consciencia / de la valía del tiempo, / pero no de cualquier lapso, / sino del trayecto propio sobre la faz terrestre, / de la oportunidad de hacer / lo que nos transforma, / de aquello que nos aleja / de la muerte fatua / y de la existencia tonta. / Dejó de dolerme / cuando fructifiqué en la aparente pérdida, / hasta que comprendí / que no hay menoscabo cronológico / si la mutamos en sabia experiencia / y redoblamos esfuerzos para vivir intensamente. / Descubrí que es factible recuperar el tiempo / a través del amor y del servicio / para liberarse de la tortura, / del reproche y del sentimiento de culpa. / Hoy comprendo que el aparente tiempo perdido / fue incubación / para que el genio que pone orden surgiera. / Escucha, atiende y medita. / Cierra la llave del tiempo perdido, / pon distancia de las personas tóxicas / y de aquello que te lleva al precipicio, / capitaliza todo periodo / a través de tu saber, / vive apasionadamente / como si fuera el último abrazo, / el último adiós, / el último poema, / el último “te amo”… / así no se pierde el tiempo.

Enamoramiento, tiempo y lectura; lectura de uno mismo, del otro. Lectura en el tiempo y del tiempo. Pensamientos a la intemperie, segundos cerebrales a la vista de alguien especial.

Creo que sabes mis pensamientos / en tiempo real, / como si descifraras / las sinapsis que dan origen / a mi razón, / a mi reflexión, / a mi juicio; / eso me hace frágil, / me quiebro ante ti, / pero tomo fuerzas de quién sabe dónde / para mirarte directamente / y sobrevivir a tus amielados jueces. / Estoy seguro / que sabes mis pensamientos / en tiempo real, / y por ello, / lees muy bien quién soy[6].

Al menos como recurso, reconocer que la vida es una especie de sueño, abre la posibilidad de la lucidez, el goce y la recreación.

Hagamos de cuenta / que esto es un sueño consciente, / en los que durmiendo / actúas como si estuvieras despierto, / y que al despertar lo recuerdas todo: / los sabores, / los dolores, / los amigos, / los amores. / Sí, / un sueño lúcido / en el que no tienes el control de todo, / pero puedes franquear / los límites de las leyes, / de la Física / y de los miedos. / Un sueño tan profundo / que reconozcamos nuestras raíces, / que sepamos a dónde vamos / y cuándo terminarán los días aciagos / de la pandemia, / del reseteo del sistema, / de la instauración del nuevo Matrix. / Un sueño en el que la lucidez sea esperanza / ante la narcosis generalizada / que todo lo rasa / como si la diversidad fuera engaño / y la genialidad no existiera. / Hagamos de cuenta / que esto es un sueño consciente, / en el que triunfamos, / en el que nos encontramos / y no nos soltamos de la mano / aunque la lava se desborde / y los cielos se caigan a pedazos.

La poesía permite ver el tiempo en múltiples dimensiones, heterogéneas posibilidades de contraerse, expandirse, entrecruzarse, combinarse.

Cierro con esta frase del genial Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura en 1990:

Todo es hoy. Todo está presente. Todo está, todo es aquí. Pero también todo está en otra parte y en otro tiempo. Fuera de sí y pleno de sí…

Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin

[1] “La palabra dimensión expresa principalmente la medida en que algo se extiende en diversas direcciones en longitud, superficie o volumen. Dimensión viene del latín dimensio, dimensionis (medida, medición, extensión en todas direcciones en el espacio) y es el nombre de acción del verbo, dimetiri, compuesto del prefijo di-/dis– (separación por múltiples vías) y el verbo metiri (medir), de donde también proceden medir, mesura, desmesura, inconmesurable e inmenso”. Diccionario Etimológico Castellano en Línea. Consultado el 28 de mayo de 2022 en: https://bit.ly/3GtgPgA

[2] Espejo de papel.  Agosto, 2011 Consultado el 28 de mayo de 2022 en: https://www.sabersinfin.com/poemas/poemas-de-lo-cotidiano/3356-espejo-de-papel

[3] Los sin tiempo. Abril, 2021. Consultado el 28 de mayo de 2022 en:  https://www.sabersinfin.com/poemas/poemas-para-reflexionar/26704-los-sin-tiempo-hibrido

[4] Amor y acertijo.  Febrero, 2015. Consultado el 28 de mayo de 2022 en: https://www.sabersinfin.com/poemas/poemas-para-reflexionar/10991-amor-y-acertijo

[5] Tarde ideal. Mayo, 2019. Consultado el 28 de mayo de 2022 en:  https://www.sabersinfin.com/poemas/poemas-para-reflexionar/20334-tarde-ideal-poema

[6] En tiempo real. Septiembre, 2020. Consultado el 28 de mayo de 2022 en: https://www.sabersinfin.com/poemas/poemas-romanticos/24239-en-tiempo-real-poema