Redacción PH

Tras el asesinato de Maurilio Herrera Quiroz, comandante de la policía de Tulcingo del Valle, y renuncia de todos los policías municipales, Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, anunció que la Policía Estatal y la Guardia Nacional asumirán el control del la seguridad en dicho municipio.

“Policía estatal y Guardia Nacional se van hacer cargo de la seguridad pública de ese municipio y de todo el control de la zona. Ya tenemos personal destacamentado en ello. Y repito, ya hay un avance muy muy muy de fondo”.

Fue ayer lunes cuando en el Parque Bicentenario de Tulcingo, a un costado de los columpios, encontraron dos bolsas grandes de basura que contenían los restos desmembrados del comandante, junto a una cartulina firmada por “El señor del Taco“, quien pide disculpa por los sucedido, pero al mismo tiempo advierte una limpia en la zona.

Previo a la localización de sus restos, en la cuenta de Facebook de Maurilio Herrera se compartió un video en el que aparece hincado y maniatado confesando su participación en el homicidio de cuatro personas.

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Su confesión coincidió con el hallazgo de cuatro personas sin vida en el Jilotepec, Huamuxtitlán, localidad de Guerrrero colindante con Puebla, el pasado 14 de noviembre del presente año.

Las cuatro víctimas identificadas como Santa N. (Clara), Fabiola N., Gonzalo N. y Pedro N., eran habitantes de Tulcingo y fueron torturadas y degolladas.

En su “confesión” Maurilio Herrera afirma que lo hizo por encargo de “la Jaqui” quien habría tenido un problema con Pedro N.

Al lugar llegó el comandante acompañados de sus subordinados, quienes aseguraron al cuarteto, los golpearon y finalmente asesinaron.

Presuntamente Maurilio cortó la garganta de Pedro, después ordenó al al policía Diego Cabañas que hiciera lo mismo con los otros tres; más tarde Diego en compañía del policía Alexis tiraron los cadáveres en Jilotepec, Guerrero.

El mandatario además de anunciar que se asumiría la seguridad del municipio, aseguró que Maurilio no tenía aprobados los exámenes de control de confianza, pese a ello lo designaron encargado de la seguridad.

“No voy a imputarle a él nada, pero el señor no tuvo por qué estar en el cargo de jefe de la policía allá en Tulcingo del Valle”.

El mandatario también confirmó que fueron 20 policías los que renunciaron y llamó a los alcaldes que separen de sus cargos “a quienes no tienen las condiciones legales para que sean policías o jefes policíacos. No lo vamos a permitir, no lo vamos a permitir. Personas así acaban siendo malos servidores públicos”.