Es verdad, en política no hay nada escrito, todo puede cambiar en cuestión de segundos, sobre todo cuando la caducidad del poder es tan efímera.

Los astros se van alineando para Lalo Rivera luego de las luchas intestinas que no bajan intensidad y mantienen fracturado a un PAN convulso alentado por las ansias de Genoveva Huerta de mantener el control.

La dirigente estatal se ha dado a la tarea de desmentir por todos los medios posibles, la unción de Rivera a quien le sigue aplicando la estrategia de guerra sucia, con la finalidad de desinflar el boomerang generado en los últimos días, al darse a conocer que Lalo tenía la venia nacional para ser el candidato a la “joya de la corona” (presidencia municipal).

La lógica hoy favorece al perfil mejor posicionado, que es Eduardo Rivera Pérez quien tiene la experiencia de haber gobernado esta capital poblana.

La negociación se antoja como una gran liga que están estirando mucho y corre el riesgo de reventarse.

En algún momento de esta semana tendrán que fortalecerse las señales del CEN panista para favorecer a Lalo y obligar a una negociación apretada pero al final negociación, de parte de Genoveva.

Es buen momento para enviar posdatas a estos dos personajes que hoy están en reflector político y no social. Pues las pugnas internas panistas interesan a su militancia, no al grueso de una sociedad que ve con hartazgo y de manera superficial, la confrontación interna que hoy se vive al interior de varios partidos.

La posdata para Genoveva es directa, dura quizá, pero vale recordarle cómo llegó a esa dirigencia y con qué fines. Fue colocada ahí para hacer un trabajo de intendencia frente a las órdenes de Rafael y Martha Érika Moreno Valle.

Ella como muchas otras mujeres que hoy detentan poder (Claudia Rivera) sucumbieron a las voces de aquellos que les prometieron cobijo, protección, enseñarlas y que terminaron por hacerlas adictas, muy adictas al poder efímero.

Hoy Genoveva se ha rodeado de muchos hombres, todos con claras ambiciones de operar detrás de la imagen de la presidenta panista. Muchos de éstos, ex operadores, ex voceros, ex amigos de Lalo Rivera, viudas del morenovallismo y damnificados del Yunque.

El capricho extremo de Genoveva le está costando caro al panismo poblano, fracturado y en riesgo de perder aún y con la mutante alianza con el PRI y PRD.

Genoveva no es tal sin los roedores que hoy llenan su pequeño ego de una magnitud que ella misma sabe no le alcanza para seguir operando la puesta en escena.

La posdata a Eduardo es tal vez lo que piensan varios ciudadanos quienes hoy se arrepienten de haber otorgado un voto guinda a un caótico gobierno municipal.

Hay que esperar a que los tiempos de la unción alcancen a Lalo para verlo oficialmente como el candidato de la gran alianza opositora.

En tanto hay que recordarle a Eduardo que son nuevos tiempos. El pasado es eso y ahora tendrá que abrir nuevas rutas con otros rostros.

Ojalá mantenga el equilibrio para usar certeza y precisión. Es verdad que los proyectos políticos se acompañan de los aliados, pero también de la inclusión y apertura.

Al equipo de Lalo se le conoce por el revés y el derecho. Hay elementos valiosísimos que seguro ahí estarán con él.

Hay otros que ojalá los deje en la banca, porque también tenemos memoria para recordar a aquellos que en su momento se marearon con la soberbia.

La depuración no viene mal mi estimado Lalo, hay rostros “muy placeados” o que camuflados nuevamente se ajustarán a la navegación tipo rémora para buscar los nuevos espacios.

El PAN pasa por momentos de mucha convulsión, donde una pléyade de oportunistas sigue ávida de alentar las ambiciones de una dirigencia tildada con mucha pequeñez.

La buena política llama a la renovación no a la perpetuidad de equipos. Ojalá veamos rostros muy nuevos para evitar repetir los errores y las traiciones del pasado.

@rubysoriano
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