Esta tarde, se registraron ataques al camión de Boca Junior por parte de la afición de River, que terminaron lanzándole gas pimienta a los jugadores visitantes, lo cual puso en riesgo la final de la Copa Libertadores, ya que había jugadores que no están en condiciones de participar.

El percance se dio cuando el aútobus de Boca se dirigía al Estadio Monumental, pero en el camino fue interceptado por los aficionados del River, aventando piedras y gas lacrimógeno que atravesaron los cristales del autobús y a su vez, ocasionándoles daños a los futbolistas.

Posteriormente el presidente de Boca Juniors Daniel Angelici y el de River Rodolfo D´Onofrio se reunieron con el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, para tomar la decisión si era prudente llevar o no a cabo la final de vuelta de la Copa Libertadores.

Se sabe que Carlos Tevez, Ramón Ábila y Cristian Espinoza son quienes más sufrieron el ataque. Además habría otro jugador con cortes por los vidrios rotos. “Tiraron gas pimiento, piedras, de todo”, aseguró el directivo Juan Carlos Crespi.

“Fue muy confuso, evidentemente las fuerzas de seguridad fueron desbordadas, había mucha gente. Para protegernos tiraron gases lacrimógenos y los gases ingresaron a los micros”.

Por lo anterior, la final histórica entre River Plate y Boca Juniors se postergó hasta las 16:15 horas centro de México.