Redacción PH
Mónica Lara Chávez, diputada local, propuso tipificar como “violencia laboral” las presiones que los patrones ejercen contra mujeres embarazadas o con licencia de maternidad, y hombres con licencia de paternidad para que renuncien a sus empleos.
Su propuesta se fundamente en que es común que en los trabajos las mujeres tras notificar a sus superiores de su embarazo, comienzan a ser acosadas o intimidadas, pues consideran que no podrán desempeñar “eficientemente” su trabajo.
Estas actitudes se extienden también a los hombres que solicitan licencia para acompañar en el alumbramiento de sus hijos, quienes a su regreso son señalados o víctimas de hostilidades por parte de sus pares y superiores.
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Tan solo entre 2011 y 2017, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) recibió 2 mil 935 quejas y reclamaciones por situaciones por discriminaciones, de las cuales 713 fueron por embarazos, por lo que, es necesario visibilizar estas agresiones como violencia laboral.
El dictamen fue turnado a la Comisión de Igualdad de Género para su estudio y resolución procedente.