Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), confirmaron el hallazgo de la primera escultura prehispánica femenina en su tipo, que hicieron pobladores de la comunidad de Hidalgo de Amajac, Veracruz, el primer día de 2021.

En un boletín, el INAH destacó la importancia de este hallazgo porque es la primera escultura prehispánica femenina hallada en la cuenca del Río Tuxpan, al sur de la huasteca en Veracruz.

Al respecto de este descubrimiento, la titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, celebró tan importante descubrimiento. Asimismo, indicó que es una muestra que “permite confirmar la participación activa de mujeres gobernantes en la estructura social y política huasteca”.

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Por su parte, el Director General del INAH, Diego Prieto Hernández, refirió que:

Esta magnífica representación femenina permite corroborar lo plasmado en las fuentes etnohistóricas acerca del papel relevante de las mujeres en esta región cultural. Al tiempo que abre nuevas líneas de investigación en torno al esplendor de la Huasteca desde la época prehispánica

Una mujer perteneciente a la élite

De acuerdo con la investigadora del Centro INAH Veracruz, la arqueóloga María Eugenia Maldonado Vite, la pieza representa a una mujer joven de élite.

“Posiblemente gobernante por su postura y atavíos, más que a una deidad como se han interpretado casi todas las esculturas huastecas femeninas, a las cuales se vincula con la diosa Tlazoltéotl”, señaló.

La también encargada de la inspección de campo, explicó que la figura está elaborada en roca caliza y mide 60 centímetro en su parte más ancha y alrededor de 25 centímetros de grosor. Su estado de conservación permite observar rasgos, así como su espiga, elemento que permitía contemplarla erguida.

También, luce un rostro pequeño, ojos abiertos huecos, los cuales probablemente estaban rellenos con incrustaciones de obsidiana y u otra piedra. Además, tiene un tocado alto, un collar al centro del cual puede distinguirse un adorno en forma de gota, conocido como oyohualli. Finalmente, tiene el torso ataviado con una camisa de mangas largas y una falda larga hasta los tobillos y lleva pies desnudos.

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“El estilo de la joven de Amajac es similar a representaciones de diosas huastecas de la tierra y la fertilidad, pero con una influencia externa. Posiblemente nahua, como se aprecia en el hueco de los ojos para incrustaciones, rasgo que no pertenece a la escultura huasteca clásica sino más bien a la mexica. Además, el paño que presentan las mujeres huastecas frente a la falda es siempre liso, y en ésta existe un adorno de nudos y listones”, destacó.

Por ahora, la escultura femenina permanece bajo el resguardo de los propietarios del terreno citrícola en el que la descubrieron. Posteriormente, el INAH y las partes interesadas dialogarán para definir a qué lugar la trasladarán en un futuro.