Luis Miguel Barbosa Huerta logró el triunfo en la elección para gobernadores estado de Puebla. No ha duda. Fue una elección limpia con incidentes menores.
La ventaja del candidato de Morena, PT Y PVEM no ofrece duda, al momento de escribir estas líneas, el BEAP daba, con su encuesta de salida, las siguientes cifras: Luis Miguel Barbosa 49.7 por ciento de la votación, 17.9 puntos porcentuales arriba de Enrique Cárdenas Sanchez quien logró el 31.8 por ciento.
Las cifras de Mitofsky eran 48.5 por ciento Barbosa, 35.4 por ciento Cárdenas y Jiménez Merino 14.6 por ciento. La diferencia entre el primero y el segundo fue de 20.8 por ciento.
Mas Data ofreció los siguientes datos con su encuesta de salida, Barbosa 48.8, Cárdenas 32.8. es decir la diferencia fue de 16 por ciento entre los dos y Jiménez Merino logró un 15.2 por ciento.
Pero, más allá de la numeralia, queda para el registro que el comportamiento de la sociedad poblana: candidatos, votantes, autoridades, instituciones electorales, responsables de casillas y todos los actores participantes el 2 de junio, día de la elección, fue a la altura de una Puebla que lo merece.
Hubo intentos por ensuciar el proceso, encuestas fantasmas, llamados en las redes sociales a no votar, pero, en este 2 de junio la sociedad, los poblanos, estaban preparados para decidir alejados de la basura de políticos y partidos.
Tiene la palabra Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta; en su discurso del triunfo ha ofrecido transparencia, honradez, reconciliación, paz, y a llamado a sumarse a Enrique Cárdenas y Alberto Jiménez Merino y ha prometido convocar a todas las fuerzas políticas para construir juntos lo que Puebla y los poblanos quieren y desean.
Ahora, además de ser ya, requisitos formales de por medio, gobernador de Puebla, es el máximo representante de Morena y del Lopezobradorismo en la entidad y deberá de recomponer la conducción banal e insípida del municipio de Puebla, en manos de Morena y adláteres.
A esperar.
