Por fin las campañas están muriendo y con ellas esperamos se vayan por lo menos de aquí al próximo domingo: Las guerras de lodo, amenazas, montajes, acarreados y todo lo que ha provocado un hartazgo más que visible entre los poblanos que nunca terminaron de conectar con este proceso electoral.

Los tres contendientes a la gubernatura quedaron mucho que deberle a esa poblanidad cansada de los mismos rituales que en nada cambiaron sus expectativas de ver lo moderno, lo atractivo, lo que oferta esa cuarta transformación del país que al menos en Puebla parece estar congelada.

Los tres candidatos terminan su promoción electoral sin haber aterrizado el cómo en muchas de las propuestas que fueron construidas de labia y salivazos usados en los sempiternos tiempos del priismo electoral.

Tampoco pudieron decirnos con quiénes nos gobernarán, y quizá no lo hicieron porque muchos de los que figurarán en los cargos públicos, más que sumar, restan.

Escenarios de poder que se construirán en las próximas horas centrarán la atención en todos aquellos que saldrán a operar el voto a la vieja usanza.

Hace un año, aún permanecen frescas las imágenes de las balaceras, robos de urnas, intimidación y todo lo que está documentado en diferentes momentos que llevaron a Morena  a impugnar la elección en 2018.

La gran pregunta es ¿qué escenarios veremos el próximo domingo?

¿Quiénes aplicarán la compra de votos? ¿Alentarán la violencia? ¿Arriesgarán la credibilidad de un triunfo que ellos consideran como cantado? ¿Exhibirán y confirmarán una elección de Estado? ¿Cederán a la intimidación ciudadana? ¿Repetirán los mismos patrones de poder que tanto criticaron a Martha Érika en las primeras horas de declararse triunfadora?

Estas y muchas preguntas nos invaden a cientos de poblanos que sin estar convencidos de salir a votar, empiezan a ser analíticos y escépticos ante la oleada de “fakes news” y guerras de lodo que sin grandes efectos se estancaron en el círculo rojo de la política local.

Los cuartos de guerra de los tres contendientes se olvidan de velar armas y aquí es donde inicia lo bueno.

Morena y su despliegue de operadores en todas direcciones incluidos los Presidentes Municipales con todo y las amenazas y presiones para hacer trabajo fino a favor del candidato Barbosa.

Cárdenas encomendado a esa mutación de partidos que por momentos apoyan y en otros desaparecen. El llamado candidato ciudadano le apuesta a esa sociedad y a romper la apatía de los poblanos que están en la disyuntiva de votar o dejar que “las cosas sucedan”.

Jiménez Merino ya relajado y navegando con la corriente para capitalizar la negociación con quien resulte electo como nuevo Gobernador de Puebla.

Hasta ahora parecería que los escenarios están montados y con todo listo para asumir lo que será el destino de esta Puebla que en los últimos dos años ha enfrentado muchas y desafortunadas turbulencias políticas.

Gobernabilidad y legitimidad con quiénes y con cuántos, una frase que deberá aplicarse a quien el próximo domingo obtenga los suficientes votos para declararse ganador en una contienda LIMPIA y PACÍFICA.

@rubysoriano
mediatikosconsulting@gmail.com
Facebook: Mediatikos Consulting