A 10 años del asesinato de Marisela Escobedo, la Fiscalía General de Chihuahua anunció que reabrirá el caso ante la exigencia de familiares, organizaciones civiles y en cumplimiento con una deuda que se tiene con la activista y enfermera –quien luchó para que el feminicidio de su hija Rubí no quedara impune.

En conferencia sobre la seguridad en Chihuahua, el gobernador Javier Corral y el fiscal general César Augusto Peniche adelantó que la FGE retomará la investigación, profundizando en las denuncias hechas por familiares de la activista.

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En contexto de la vigilia virtual que organizaciones civiles organizaron para recordar a la activista —asesinada a quemarropa el 16 de diciembre de 2010 frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua—, las autoridades reconocieron que el caso de Escobedo continúa impune, a pesar de que durante la gestión de Cesar Duarte se concluyó con un carpetazo y la detención de un sujeto que más tarde confesaría que había sido torturado para reconocer el asesinato de Marisela Escobedo.

“Dadas las circunstancias, dado a todo lo que tenemos en torno a este caso, creo que lo correcto, lo justo es que retomemos de nueva cuenta la investigación, que profundicemos sobre las posibles líneas de investigación que algunos familiares han señalado y desde luego ahí está el compromiso de la Fiscalía del Estado”, explicó César Augusto Peniche.

Además, el fiscal reconoció que el gobierno Estatal tiene una deuda con la activista: “Vamos a cumplir con un compromiso que hay con Marisela Escobedo. Vamos a reabrir su caso”.

Apenas el 16 de diciembre pasado, organizaciones civiles y ciudadanía realizaron un homenaje virtual y frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua para recordar el trabajo de Marisela e insistir a los gobiernos estatal y Federal que el caso sigue impune.

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Marisela Escobedo fue asesinada el 16 de diciembre de 2010 tras dos años de lucha para que el feminicidio de su hija Rubí Fraire Escobedo no quedara impune.

Rubí fue asesinada por su pareja (Sergio Rafael) y Marisela logró dar con el sujeto para llevarlo ante la ley. Pero los jueces no acreditaron las pruebas en contra del agresor y lo dejaron libre, quien tiempo después regresó para amenazar la vida de Marisela.

Con información de Sopitas