Martes 19 septiembre de 2017. Todo parecía ser un día normal, la gente como de costumbre realizaba sus actividades, algunos acudían al trabajo, a la escuela, a la iglesia o al gimnasio, mientras que otros permanecían en su casa o salían de compras.

En la mayoría de los estados de la República Mexicana se había llevado a cabo un simulacro en conmemoración al terremoto de 1985; nadie imaginaba lo que pasaría horas después.

A las13 horas con 14 minutos la alerta sísmica volvió a sonar pero esta vez no era un simulacro, sino un temblor de verdad.

Entonces se sintió la furia del terremoto de 7.1 que tuvo lugar a 57 kilómetros de profundidad, 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, Morelos, en el límite con el estado de Puebla, el cual azotó el centro del país, arrebatándole la vida a cientos de personas y destruyendo tantas estructuras en los estados de Morelos, Puebla y la Ciudad de México, sumándolos al desastre que ya había dejado el terremoto del 7 de septiembre en Chiapas y Oaxaca.

Tras el sismo, cuerpos de rescate de Protección Civil, el Ejército, la Marina, el cuerpo de bomberos, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas y la policía de estatal y municipal; y la misma sociedad civil, salieron a las calles durante varios días para ayudar en las labores de rescate.

Pese a que muchas personas relacionaron este sismo con el terremoto ocurrido en 1985 que también sucedió un 19 de septiembre, aparte de la fecha, no existe mayor relación entre ellos, pues el terremoto de 1985 liberó 32 veces más energía sísmica que el de 2017 y tuvo su epicentro en la costa del estado de Michoacán a una profundidad de 15 kilómetros, mientras que el sismo de 2017 tuvo su epicentro bajo la superficie del país.

Hoy, a un año del suceso, gran parte de la infraestructura de Oaxaca, CDMX, Chiapas, Morelos y Puebla sigue sin reparación y cientos de personas aún permanecen sin techo.

Reconstrucción en Puebla

A un año del sismo del 19 se septiembre continúa la reconstrucción de las iglesias, inmuebles públicos y viviendas de Puebla.

Al menos 972 escuelas afectadas continúan sin avances en los trabajos de rehabilitación, de las cuales, el 45 por ciento se concentra en los municipios de Acatlán de Osorio, Atlixco, Chiautla, Chietla, Izúcar de Matamoros y Tehuacán y Puebla.

Mientras que en el municipio de Atzala, la iglesia de Santiago Apóstol que fue derrumbada por el sismo, no ha sido reconstruida y los habitantes de la entidad acuden a una iglesia improvisada construida con sus propios recursos de lámina y block.

Hasta la fecha el templo permanece cerrado, por lo que habitantes de Atzala lamentan la tardía respuesta para reconstruir el inmueble religioso.

Algunas personas de la entidad reportaron que nunca les llegó la ayuda y si les llegó solo fue 10 mil pesos y no 15 mil como les habían prometido, lo cual la mayoría se gastó el dinero en sus necesidades diarias

Por otro lado, una de las escuelas que aún sufre daños severos es la primaria Belisario Domínguez en Atlixco, la cual fue construida hace 68 años y se llegó a considerar su demolición tras el movimiento telúrico. Sin embargo, los habitantes solicitaron a las autoridades municipales y escolares que no lo hicieran, pues es considerado como

Monumento Histórico ya que su arquitectura es una réplica de la Universidad de Salamanca en España.

Se destinaron 50 mil pesos para las fisuras y apuntalamiento, mientras que el total del recurso asignado fue de 20 millones, dinero con el cual se prevé la reconstrucción de columnas con graves daños que están en peligro de colapsar. Hasta la fecha los alumnos de esta escuela reciben clases en las aulas móviles.

Financiamiento político

El hecho de que el financiamiento total para los partidos políticos en 2018 ascendiera a 6 mil 703 millones de pesos, generó una presión pública para que se reconsiderara un recorte al gasto electoral en general y un incremento de lo destinado a la reconstrucción de viviendas.

Morena fue el primer partido político en anunciar que la mitad de sus prerrogativas sería donada a las personas afectadas por el 19S, lo cual generó un tipo “concurso” para ver cuál de los partidos políticos donaba más recursos para la reconstrucción y una controversia sobre el mecanismo para distribuir dicho.

Pese a que el Instituto Nacional Electoral indicó que “no es legal” que se destinen los recursos electorales para otros fines, finalmente los partidos políticos si aportaron dinero para dicho desastre natural.

Corrupción

A pesar de que ya paso un año del sismo, aún no se conoce por completo el origen y destino de los recursos públicos y privados destinados a la reconstrucción del país, debido a que la información presentada en diversas plataformas es insuficiente.

Según estimaciones del gobierno federal, presentadas en la plataforma Fuerza México, el gasto para la reconstrucción asciende, con base en la última actualización hecha en abril pasado, a 38 mil 163 millones 343 mil 987 pesos, sin embargo la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública (SHCP), responsable de la plataforma, no ha indicado cuál es el estatus y la proporción de gasto de esta cantidad.

Asimismo, los donativos ciudadanos y las aportaciones de fundaciones que ascienden a más de 2 mil mdp no se han aplicado. Derivado de ello, ha causado pérdida de vidas o agravamiento de la salud personal de damnificados quienes, a un año aún viven en carpas en la vía pública.

A pesar de que existe un desglose de cifras así como un cálculo del estimado total a invertir en la reconstrucción, la información proporcionada por el gobierno no permiten identificar muchos datos, por ejemplo, el número real de viviendas dañadas en donde se canalizaron dichos apoyos.