A 25 días de la jornada electoral en la que elegiremos al nuevo representante del poder ejecutivo en el estado, Antonio Gali Fayad, gobernador de Puebla es el quinto peor evaluado de los nueve estados en lo que habrá elecciones.

De acuerdo con la encuesta de México Opina, el poblano se quedó por debajo de la media nacional que es de 29.9 por ciento, al obtener 28.9 por ciento de aprobación entre los ciudadanos.

Los aspectos a considerar fueron el combate al desempleo, la lucha contra el crimen organizado, combate a la corrupción, apoyo a la educación, obras públicas, apoyo a la salud, combate a la delincuencia.

Además de apoyo a la vivienda, desarrollo económico, combate a la pobreza, situación del campo y transparencia.

Por encima de Gali Fayad quedó el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de Veracruz, también emanado del Acción Nacional (PAN) con el 31.1 por ciento.

Miguel Ángel Mancera, exjefe de gobierno de la Ciudad De México y candidato al senado por la colación “Por México al Frente”, obtuvo solo una aceptación del 24.7 por ciento.

El peor evaluado fue el perredista Graco Ramírez Garrido Abreu con sólo el 13.9 por ciento de aprobación, seguido de Manuel Velasco Coello gobernador emanado del PVEM con el 16.6 por ciento.

Otro que tampoco llegó al 20 por ciento fue Arturo Núnez Jiménez, gobernador de Tabasco quien solo tuvo el 17.9 por ciento de menciones positivas.

En contraste Miguel Márquez Márquez, gobernador de Guanajuato emanado del PAN; y los priistas Rolando Zapata Bello de Yucatán, así como Aristóteles Sandoval Díaz fueron los mejor evaluados con el 44.2, 44.0 y 38.2 por ciento de aprobación, respectivamente.

Elecciones 1 de julio

Sus “calificaciones” les pasarían factura a sus partidos el próximo 1 de julio, donde de acuerdo con la encuestadora Opinión Pública se vislumbran grandes cambios en los estados donde se eligirán gobernador.

En Yucatán el PRI mantendría el poder, al encabezar las preferencias; en Veracruz la elección se cerraría entre el PAN y Morena y Tabasco indudablemente sería territorio Morena.

En el caso de Puebla habría una disputa cerrada entre el PAN y Morena; Morelos lo perdería el PRD y quedaría en manos de Morena; Jalisco lo perdería el PRI y tendría un gobierno del PRD.

Guanajuato seguiría siendo panista, mientras en Chiapas también ganaría Morena, al igual que en la Ciudad de México, donde perdería el PRD.