Rupert Stadler, gerente de Audi, fue detenido en la ciudad de Múnich, por la policía alemana, y señalado por las autoridades como el responsable de falsear documentos de emisiones de contaminantes, en el resonado caso del Dieselgate.

Stadler es el primer alto mando de cualquiera de la filiales de VW en ser encarcelado –de manera preventiva-, asimismo existe otra orden de arrestro contra otro miembro de la junta directiva de la filial de Volkswagen, cuya identidad no ha sido revelada.

La firma alemana aún no deja del todo atrás el dieselgate de Volkswagen, cuando nuevamente uno de sus directivos es llamado tras descubrirse que se había estado falseando los datos de emisiones contaminantes durante los pasados años para ajustarse a una normativa que no cumplían, lo cual afectó a 11 millones de vehículos.

A Stadler se le acusa de fraude y de la cooperación y complicidad, como responsable de la marca, en la alteración de los reportes sobre las emisiones de gases contaminantes de sus automóviles.
Su detención ocurre tres años después y es de carácter preventivo, pues ha sido señalado como uno de los ejecutivos relacionados con el caso.

Sin embargo, el juez que lleva su caso quien se encargue de dictaminar si deberá permanecer detenido o podrá continuar con las investigaciones en libertad.

La mala racha de Volkswagen inició en 2015, cuando la Universidad de Virginia detectó irregularidades entre los reportes y las emisiones reales de los automóviles pertenecientes a esta empresa.

Con ello, varios directivos de VW y de Porsche, filial de la compañía alemana, perdieron sus puestos y fueron llamados a testificar. El caso terminó en una sanción multimillonaria, que parecía haber zanjado el asunto.

Sin embargo, las autoridades alemanas detectaron recientemente el mismo procedimiento Audi, otra filial de VW. Se sospecha que Audi ha vendido, a partir de 2009, un aproximado de 220 mil autos con este esquema.

De igual forma un software permitía reducir la cantidad de emisiones cuando estaba siendo examinado en una prueba, pero que se desactiva en cuanto la unidad regresaba a la operatividad normal.

Los motores que estaban equipados con este programa producen emisiones hasta 40 por ciento arriba de la norma establecida, y pertenecen a la rama de automóviles de gama alta de cada una de las compañías implicadas.

Cabe mencionar que en este caso el software aún no ha sido plenamente identificado, sin embargo ya comienzan a vislumbrarse las primeras sanciones contra una de las marcas de lujo de VW.

Con información Hipertextual/ABC