La austeridad no es un tema que preocupe a los 128 senadores que en 2017 gastaron 27 millones 336 mil 733 pesos en snacks, café, galletas, papas y fruta, a pesar de que cuentan con un estipendio por alimentos.

Mientas, de 2015 a 2017, los senadores desembolsaron en total 82 millones de pesos, para las 12 mil reuniones que realizaron.

Y aunque no se tiene el registro de cuanto se gastó por reunión, en promedio se gastó seis mil pesos para café y galletas.

En tanto para las sesiones del pleno la cifra subió hasta los 50 mil pesos.

 

Pendientes

A pocos meses de que terminen sus actividades, los senadores aun arrastran nombramientos y aprobaciones de leyes, incluso desde el 2014, los cuales han ido aplazando por falta de acuerdo.

Entre los pendientes más importantes está el nombramiento del Fiscal General de la República y el Fiscal Anticorrupción, así como la Ley de la Fiscalía General de la Republica.

Además de la Ley Federal para prevenir y sancionar los delitos cometidos en materia de hidrocarburo, la cual está pendiente desde 2014 y la Ley de Contrataciones de Obras Públicas.