Tecoltemi es un ejido perteneciente al municipio de Ixtacamaxtitlán, enclavado en la Sierra Norte de Puebla, formado por una comunidad de poco más de 400 personas, la mayoría de ellas hablantes de nahua y que, despúes de tres años le ganaron una batalla legal a una minera canadiense.

La historia comenzó a escribirse en 2003, cuando la Secretaría de Economía dio a la minera canadiense, Almaden Minerals, una concesión para instalar una unidad de extracción de oro y plata en Tecoltemi.

En 2009, la empresa obtendría una segunda concesión, la cual utilizaría para que a través de su filial Minera Gorrión.

Almaden Minerals cuenta con un largo y oscuro historial de violaciones a las normas ambientales y explotación indiscriminada de recursos, modelo que buscaban reproducir en la comunidad.

La primera alerta a la comunidad llegó en 2010, cuando observaron a un grupo de personas hacer mediciones sobre sus terrenos.

Con apoyo de Consejo Tiyat Tlali y Fundar, en 2015 los pobladores presentaron la primera demanda de amparo en contra de las concesiones.

El argumento fue aceptado, ya que de acuerdo a la ley, la Secretaría de Economía violó el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que obliga a realizar una consulta a los pueblos indígenas para este tipo de proyectos.

La demanda (445/2015) fue admitida y concedida, la juez decretó la suspensión inmediata de todo acto que derivara de las concesiones minera.

Durante los años siguientes, Almaden Minerals intentó evitar que se dictara sentencia, algo similar a lo que hicieron en Hochschild y Zalamera en el caso de Me’phaa, en San Miguel del Progreso, Guerrero, donde se desistieron de las concesiones para que el juicio quedara sin materia y, así, no hubiera análisis a la Ley Minera, y que obligaría a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a cerrar el juicio.

Contrario a lo pronosticado, en febrero de este año, un Tribunal colegiado le dio la razón a la comunidad, y ahora la SE tendrá que revocar la autorización que le dio a Almaden Minerals.

Tecoltemi ha logrado algo que parecía casi imposible, sin embargo la batalla legal aun no termina, pues más del 70 por ciento de Ixtacamaxtitlán está concesionada a la minera canadiense.