Beto Fong

Un estudio realizado por investigadores de Johns Hopkins Medicine, asegura que tener perros desde la primera infancia disminuiría la posibilidad de presentar esquizofrenia en la edad adulta.

El artículo se publicó en la revista Plos One; la metodología se basó en el análisis de mil 371 personas de 18 a 65 años. De esta cifra, 396 padecían esquizofrenia; 381, trastorno bipolar, y 594, ninguna de estas patologías.

Según los datos a los miembros del estudio se les preguntó si tuvieron un perro o un gato en los primeros primeros 12 años de vida: quienes aceptaron tener mascotas, indicaron haber convivido con ellos desde su nacimiento.

Robert Yolken, autor principal del estudio, informó que los resultados sugieren que las personas expuestas a un perro como mascota antes de cumplir 13 años tienen hasta 24 por ciento menos probabilidades de ser diagnosticadas con esquizofrenia.

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Yolken es profesor de Neurovirología Pediátrica del Centro Infantil Johns Hopkins y afirmó:

El mayor efecto protector se encontró en los niños que tenían un perro doméstico al nacer o que estuvieron expuestos a él por primera vez después del nacimiento y antes de los tres años.

Por otro lado, en las personas que padecían trastorno bipolar, los investigadores descartaron mejoría o empeoramiento en los síntomas.

Debido a que los trastornos psiquiátricos graves se han asociado con alteraciones en el sistema inmune vinculadas a exposiciones ambientales en la etapa temprana de vida, y dado que los animales domésticos con frecuencia se encuentran entre las primeras cosas con las que los niños tienen contacto, exploramos las posibilidades de alguna conexión.

Los científicos indicaron que se requieren más estudios para reafirmar los resultados y confirmar el vínculo entre mascotas y la disminución del riesgo de padecer enfermedades mentales.