Por Claudia Morales

Que tal querido lector, me da mucho gusto volvernos a encontrar. El día de hoy quise tocar este tema porque considero trascendente las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida y el impacto de las consecuencias que pueden traer en estas.

Imaginemos que colocamos un huevo en el vértice superior de una pirámide. Ahora pensemos que tiramos un corcho en el nacimiento de un río, podremos saber en qué dirección caerá el huevo o en qué punto del río acabará el corcho una vez hayamos observado el resultado. Sin embargo, ¿podríamos predecirlo? Si bien con el resultado final se pueden elaborar numerosos modelos respecto como el experimento ha terminado de un modo u otro, existen una gran cantidad de variables que pueden o no influir en el resultado final.

La teoría del caos inicialmente se ideó de cara a explicar la existencia de divergencias en los resultados de la aplicación de modelos matemáticos, meteorológicos o astrológicos. Sin embargo, dicha teoría es aplicable a una gran cantidad de disciplinas, incluyendo las vinculadas a las ciencias de la salud y las ciencias sociales. Una de las disciplinas científicas en las que dicha teoría tiene cierta aplicabilidad es la psicología.

La teoría del caos, como paradigma que concluye que pequeños cambios en las condiciones iniciales puede generar una gran diversidad en los resultados, puede servir para explicar la enorme diversidad que podemos encontrar en cuanto a actitudes, puntos de vista, pensamientos, creencias o emociones. Si bien por norma general la mayoría de las personas buscan sobrevivir y auto realizarse de diferentes modos, existe una muy amplia variedad de circunstancias que transforman nuestra conducta y pensamiento y moldean nuestro modo de vivir la vida.

Puede ser útil intentar explicar por qué algunas personas pueden desarrollar fortalezas o problemas mentales que otras no. También puede explicar porque determinados tratamientos no resultan eficaces en determinadas personas aun cuando en la mayoría de la gente resultan efectivas. O por qué dos personas con los mismos genes y las mismas experiencias vitales no reaccionen de igual manera ante un estímulo o evento concreto. 

Detrás de ello pueden estar diferencias de personalidad, capacidad cognitiva, focalización de la atención en aspectos concretos, situación emocional y motivacional en ese mismo momento u otros múltiples factores.

En realidad, no comprendo como una persona relativamente “sanal” puede tomar decisiones que pueden afectar terriblemente su futuro, no me queda duda que existe un trastorno de personalidad, nadie puede echar a rodar la pelota pensando que no habrá una consecuencia. Aclaro que, a pesar de lo anterior, nadie está autorizado a interferir, bajo ningún pretexto, en las preferencias de otros, salvo el caso de conductas que atenten contra la seguridad e integridad de los demás.

No puedo emitir un juicio de valor, derivado de una decisión que alguien toma y que trae consecuencias funestas derivado de su falta de valores éticos o morales por el simple hecho de que estas no existen, luego entonces, estamos hablando de una persona enferma, e incluso se hubiera maldad en la persona para generar todo ese caos en su vida y en la de los que le rodean, también hablaríamos de una deformación de su pensamiento y de su emoción, pues es probable que haya enfrentado situaciones muy duras y dolorosas y ahora le hagan ser lo que es, quizá con ayuda pueda salir de ese caos hacia una vida de serenidad y paz.

Espero sus comentarios a mi correo electrónico claudiamor_26@yahoo.com.mxy y en Twitter @claudiamor20