Redacción PH

Texas acaba de convertirse en el estado con la ley más estricta para permitir un aborto permitiéndolo hasta la sexta semana de gestación, fecha en la cual muchas mujeres aun ni siquiera saben que están embarazadas.

Por ello, la aprobación de la nueva y restrictiva disposición representa en realidad la prohibición del aborto, con la que Texas se suma a una decena de estados que también prohíbe los abortos después de la detección de un latido fetal.

Previo a este miércoles, la ley de Texas prohibía el aborto después de las 20 semanas, con excepciones para una mujer con una condición médica potencialmente mortífera o si el feto tenía una anomalía grave.

La versión de Texas es única en Estados Unidos porque prohíbe a los funcionarios estatales hacer cumplir la prohibición. En cambio, permite a cualquier persona, incluso a alguien fuera de Texas, demandar a un proveedor de servicios de aborto o a cualquier otra persona que haya ayudado a alguien a interrumpir un embarazo después del límite y buscar una compensación económica por daños de hasta 10 mil dólares por acusado.

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Los críticos dicen que la disposición permitirá a los grupos que se oponen al aborto inundar los tribunales con demandas a fin de acosar a médicos, pacientes, enfermeras, consejeros de violencia doméstica, algún amigo que haya llevado a una mujer a una clínica para abortar o incluso un padre que haya pagado por un procedimiento de este tipo.

Su aprobación se da al mismo tiempo la Corte Suprema estudia la posibilidad de aprobar una ley de Mississippi que prohíbe el aborto después de las 15 semanas de embarazo, que, de aprobarse, estaría sentando las bases para permitir aún más restricciones al aborto.

De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), más del 90 por ciento de los abortos tienen lugar en las primeras 13 semanas del embarazo de una mujer.

La polémica ley entrará en vigor en septiembre y de acuerdo con el gobernador republicano Greg Abbot, su promotor, no solo defiende el derecho a la vida, sino que coloca a Texas como el estado que “cultiva la vida”.