En una buena mesa de amigos y cafés como las que seguramente se dan en diferentes lugares y momentos, reafirmamos eso que decimos en Puebla.

Quienes nacimos aquí, sabemos quiénes somos y de dónde venimos. Nos conocemos, sabemos de ligas familiares, tenemos al amigo, ex novio, jefe, pariente que incursionaron en la política o que hoy ocupan cargos de elección popular.

Sabemos de las historias de éxito y fracaso de los empresarios poblanos, los conocemos; conocemos sus filias y fobias, sabemos de la trayectoria de sus empresas.

Tenemos anécdotas, contamos pasajes de la historia política local porque ahí estuvimos y esto es invaluable, no se compra con falsas actas de vecindad o residencia en Puebla.

Me gustaría tener en una mesa de estos cafés y conversaciones al diputado Gabriel Biestro quien parece estar obsesionado con esa poblanidad que no se le da por ningún lado.

Sería bueno sacarlo de ese discurso “extremista” y en desuso de las izquierdas que sólo lanzan verborrea sin conocer a fondo el lugar y las costumbres de una poblanidad que sigue arraigada en sus grupos, familias, sucesos, acontecimientos.

¿Sabrá Gabriel Biestro la historia y el desenlace del Banco de Oriente? Podrá hablar sin excesos de la “ultra derecha” y yunque para identificar cuáles fueron los hombres de negocios que apuntalaron las primeras empresas en Puebla.

¿Nos podrá decir si alguien le ha contado sobre el esplendor de la industria textil en Puebla y los nombres de las familias que protagonizaron la época dorada de este sector en nuestra ciudad?

¿Alguien le habrá contado que aquella foto que presumió en su face con la hoy Presidenta Municipal de San Martín Texmelucan Norma Layón y la hoy Secretaria de Desarrollo Social Lizeth Sánchez con el cacique sindical petrolero Roberto Castro era una afrenta para la gente de esa región, por el negro pasado de agresiones y ataques a la clase trabajadora de parte de este personaje, quien se colgó de la campaña de morena para ofrecer voto corporativo?

Tendrá idea de la pobreza que siguen enfrentan juntas auxiliares como Guadalupe Tecola o sabrá cuáles siguen siendo los barrios bravos de Puebla donde hoy el crimen organizado tiene sentados sus reales para operar con narcomenudeo utilizando a los jóvenes de estas colonias.

Tendrá idea de quiénes son los artistas poblanos que a pesar del tiempo están ahí, en el anonimato haciendo lo suyo en el sector de la cultura.

¿Conocerá las historias de éxito de poblanas y poblanos cuyas familias identificamos por haber empezado desde abajo y hoy se mantienen como insignias del éxito que se puede alcanzar empezando desde abajo?

No diputado Biestro usted queda al margen de todo esto. Y es así porque la vecindad la podrá obtener con un papel real o falsificado, pero la poblanidad, esa sí se la vamos a quedar a deber porque hoy la gente no puede ignorar las ambiciones de personajes foráneos que a la sazón del oportunismo partidista o de la protección caciquil del gobernante en turno, pretenden pensar que una sociedad como la poblana podrá estar dispuesta a comprar nuevamente espejitos.

Muchas son las voces que en los ambientes menos formales e incluso familiares comentan sobre los errores cometidos en esta Puebla donde lo que menos queremos es más oportunismo del que venimos viendo en aras de “gobernar” con la ley para los enemigos y la impunidad para los amigos.

“Tiene que ser poblano” una frase que permea en la opinión de muchos ciudadanos invadidos por el hartazgo de ver cómo un gabinete gubernamental fue invadido por foráneos o cómo un Congreso Local sigue actuando de manera abyecta para facilitar decisiones del ejecutivo estatal.

Así que “tiene que ser poblano”. Es cuánto.

@rubysoriano
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