Redacción PH

Emma Coronel, esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue condenada este martes por la justicia de Estados Unidos a tres años de prisión por su participación en el cártel de Sinaloa que lideraba su marido.

El juez Rudolph Contreras, de la corte federal de Washington, le impuso una sentencia menor a los cuatro años que solicitaba la fiscalía, reconociendo que la acusada era una adolescente cuando se casó con Guzmán, y que además admitió su culpabilidad luego de su arresto en febrero de 2021.

Coronel, de doble ciudadanía estadounidense y mexicana, fue arrestada el 22 de febrero en el Aeropuerto Internacional de Dulles, en las afueras de Washington, por presunta “complicidad” en el negocio de tráfico de drogas de su marido, y desde entonces permanece detenida cerca de la capital estadounidense.

El 10 de junio se declaró culpable de los tres cargos presentados en su contra: conspiración para distribuir drogas ilegales en Estados Unidos, conspiración para lavar dinero de narcóticos, y participación en transacciones financieras con una organización narcotraficante.

Coronel, sobrina de Ignacio Coronel, uno de los líderes del cártel de Sinaloa, nació el 2 de julio de 1989 en California, pero pasó casi toda su vida en México. Se casó con “El Chapo”, 32 años mayor que ella, en 2007, cuando aún era una adolescente y con él tuvo dos hijas gemelas.

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Entre su boda y su arresto en febrero, Coronel se benefició “de múltiples maneras” y “a sabiendas” de las ganancias del tráfico de su esposo, según documentos judiciales estadounidenses.

Los fiscales dijeron que admitió tener conocimiento de la importación a Estados Unidos de al menos 450 kg de cocaína, 90 kg de heroína, 45 kg de metanfetaminas y 90 toneladas de marihuana.

Además, Coronel se lucró alquilando propiedades compradas con dinero de la droga y ofició de “intermediaria” entre integrantes del cártel y su marido cuando éste estaba preso en México.

También ayudó a “planificar y coordinar” la espectacular fuga de prisión del jefe narco en México a través de un túnel en 2015, señalaron los investigadores.

Joaquín Guzmán Loera, actualmente de 64 años, era considerado el narcotraficante más poderoso del mundo hasta su arresto en 2016 y su extradición a Estados Unidos en 2017. Sentenciado a cadena perpetua en julio de 2019 en Nueva York, cumple su condena en la prisión de máxima seguridad ADX en Florence, Colorado.