Redacción PH

Por sus valores culturales antropológicos, históricos, artísticos y tradicionales, el Trueque de San Pedro Cholula fue declarado como Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Puebla, para resaltar y preservar esta tradición característica del estado.

La declaración la hizo el gobierno de Puebla de acuerdo con el decreto publicado en el Periódico Oficial del Estado (POE).

El trueque se realiza cada 8 de septiembre en la Plaza de la Concordia y es una práctica que se realiza en este municipio desde el año 500 después de Cristo.

Por su importancia cultural, al ser un centro ceremonial dedicado a Quetzalcóatl, al lugar llegaban comerciantes de distintas partes con productos a la Gran Plaza – área que actualmente corresponde al convento de San Gabriel, zócalo y la Plaza de la Concordia-.

Ahí los comerciantes intercambiaban sus productos con los de otros habitantes de las distintas regiones.

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Su importancia mercantil y espiritual no decayó tras la conquista y continuó siendo una ciudad multicultural y un importante centro de intercambio, a tal grado, que se le llegó a conocer como “ciudad mercado”, e incluso uno de sus barrios se llamaba “Tianguismanalco”.

Actualmente una de sus tradiciones milenarias que persiste es el trueque que se realiza por costumbre, sin organización previa, acción que confirma su arraigo e importancia como práctica cultural y su estatus como patrimonio cultural en función de los usos sociales, rituales y actos festivos que actualmente representan; garantizándose el derecho humano a los usos sociales, hábitos y preservación de tradiciones culturales, además de proveer un sentido de identidad, ya que constituye una memoria viva de sus prácticas ancestrales.

Actualmente el 8 de septiembre a la plaza de la concordia siguen llegando personas de lugares cercanos a intercambiar incienso y copal, artesanías de: madera, barro, palma, ámbar, cobre, metales, rafia, cerámica, yeso, tela, piel, piedra, tejido, cestería, bordados; productos de origen criollo como: manzanas, peras, durazno, guayaba, limón, nuez de castilla, vainas, aguacates; cacahuates, chiles, habas, chiles poblanos, chiles locos, guajes; o productos hechos artesanalmente como el pan de fiesta y los dulces típicos, así como las hierbas medicinales, entre otros.

Asimismo, el intercambio suele darse entre bien agrícola por bien agrícola o bien agrícola por artesanía o bien procesado artesanalmente, siempre y cuando exista un acuerdo entre las partes en la equivalencia entre el valor de los productos.