Tras los tres tiroteos de este fin de semana, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, propuso este lunes que republicanos y demócratas acuerden un endurecimiento del control de armas de fuego, en un importante giro en la postura del mandatario.

Pese al cambio, en esencia el empresario mantiene su discurso discriminador pues su iniciativa la vinculó a su proyecto de reforma migratoria.

Sin embargo su nueva postura duró poco y aunque condenó el supremacismo blanco, una de las razones que habría llevado a los atacantes a cometer las agresiones, poco después minimizó el tema asegurando que son “mentes perturbadas” radicalizadas por el internet.

Incluso, más tarde en el comunicado oficial, nuevamente suavizaría su postura respecto a las armas, al asegurar que “lo que nos pone en riesgo es la enfermedad mental, no las armas”.

También aseguró que tiroteos en El Paso y Dayton son un “crimen contra la humanidad” aunque al mismo tiempo insistió en reducirlos a una expresión de una “enfermedad mental”.

Por otro lado el mandatario pidió al Departamento de Justicia que “proponga legislación que asegure la pena de muerte para quienes cometan crímenes de odio y asesinatos masivos”.

“Tenemos que frenarlo, esto ha estado pasando por años en nuestro país”, señaló, declarando en ese momento que “quizás” tenía que hacerse en lo relativo al control de armas, una causa que el presidente republicano ha rechazado.

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Los medios

Una vez más el mandatario no desaprovechó la oportunidad para cargar contra los medios de comunicación, uno de sus blancos favoritos, como responsables de los recientes tiroteos aparentemente motivados por el odio racial.

“Los medios tienen una gran responsabilidad en la vida y la seguridad en el país. Las noticias falsas han contribuido enormemente al enojo y la ira acumulada durante muchos años”.

“La cobertura mediática debe empezar a ser más justa, balanceada e imparcial, o estos problemas terribles sólo van a empeorar”, agregó, sin hacer referencia a su polémica reforma migratoria ni a la construcción del muro en la frontera con México que su gobierno ha encarado.