Redacción

Fabiana Briseño Suárez, titular de la Secretaría de Turismo, afirmó que durante los primeros cuatro meses del gobierno de Miguel Barbosa Huerta se logró un repunte de 6.6 por ciento en la llegada de visitantes a Puebla, lo que a su vez dejó un aumento del 8.3 por ciento en la derrama económica.

Durante su comparecencia ante los diputados de la LX Legislatura de Puebla, la funcionaria también presumió la implementación de estrategias de promoción, como el lanzamiento de la marca “Puebla el Patrimonio de México” para fortalecer la comercialización turística.

En ese tenor mencionó que del 1 de agosto al 31 de diciembre de 2019, la entidad recibió 6 millones 500 mil visitantes, lo que representó un 6.6 por ciento de incremento respecto al mismo periodo de 2018, a la par de que se incrementó en 11.4 por ciento la ocupación hotelera al registrar en este mismo periodo la contratación de un total de 2 millones 754 mil cuartos noche en los hoteles de Puebla.

Mientras que los Pueblos Mágicos recibieron a un millón 419 mil visitantes, lo que representó un 22.9 por ciento más que en 2018 y se generó una derrama económica de mil 61 millones de pesos.

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E el mismo espacio reconoció la nueva identidad turística del estado que incluye el predominante color granate, haciendo alusión al gobierno de Miguel Barbosa Huerta, costó 1 millón 850 mil pesos.

No obstante, dijo que dicha cantidad no fue gastada exclusivamente por la administración del morenista, sino también se incluyó el costo de la modificación que hizo el gobierno interino de Guillermo Pacheco Pulido que se despidió del slogan morenovallista de “Puebla es mi Destino”.

Finalmente, la funcionaria fue cuestionada por el diputado José Juan Espinosa Torres quien criticó que contrario a lo prometido, el gobierno de Miguel Barbosa está tapizando al estado con los colores alusivos a su gobierno.

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Incluso criticó a la funcionaria por promocionar su imagen personal, al colocar en el informe de 20 páginas, 13 fotografías suyas, en un evidente intento de promoción.

Cambiar una marca turística es un error y plagarla de colores, es una vergüenza que al Popocatépetl le pongan el color guinda. De 20 páginas se colocan 13 fotografías donde sale usted al frente, hay que ser congruentes y no se deberían de estar promocionando con dinero público.