Beto Fong
De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Guadalajara (UdeG), el veneno de alacranes contiene diversas proteínas que podrían ser utilizadas para cambiar el comportamiento de las células cancerígenas.
Demetrio Rodríguez Fajardo, estudiante de octavo semestre en Medicina del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), perteneciente a la UdeG, analizó la reacción de células tumorosas de cáncer de mama tras aplicarles toxinas de veneno de alacrán.
Para la investigación, se emplearon alacranes del occidente de México con el fin de conocer las características de su veneno, entender las protepinas contenidas en este y probar los efectos de estas en las líneas celulares tumorales humanas. Lo anterior para averiguar si era posible influenciar su crecimiento o proliferación.
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Las muestras de veneno se aplicaron en modelos in vitro como parte del experimento. El joven investigador informó que analizó un tipo de proteína que puede bloquear a otras implicadas en los mecanismos de reparación celular, por lo que el veneno impide que las células cancerígenas incrementen:
Finalmente, Demetrio Rodríguez añadió que se enfocaron en ver “cómo reaccionaba en cierto tiempo el desarrollo de estas células tumorales, contrastándolo con un grupo control y un grupo con un tratamiento convencional de quimioterapia oral, y analizábamos los efectos en parámetros como el crecimiento y proliferación celular”.