El confinamiento frente a una pandemia sanitaria ha servido para contenernos frente a los contagios del Covid19, sin embargo, para miles de mujeres en Puebla y en el país, ha sido la entrada al verdadero infierno donde han sido severamente violentadas por convivir las 24 horas con sus agresores quienes rebasaron los límites para convertirse en verdugos de familias completas. 

Es alarmante conocer que en el último informe del Sistema Nacional de Seguridad Pública con fecha a marzo, cinco municipios poblanos aparezcan dentro de los 100 con más feminicidios en el país.

Puebla capital, Coronango, San Martin Texmelucan, Zacatlán y Chietla son municipios con alerta de género donde se concentra el mayor número de muertes por violencia de género.

El tema de la violencia contra las mujeres e intrafamiliar es un tema que sigue escalando de manera alarmante la atención pública, pues en menos de dos meses, la muerte de mujeres reporta un repunte espeluznante.

El confinamiento por la pandemia sanitaria que enfrentamos agravó las condiciones de hacinamiento para muchas familias de escasos recursos, donde las relaciones no sólo de pareja, sino entre los propios integrantes de la familia agravaron los riesgos de violencia para mujeres, niños y adolescentes.

Es urgente que los gobiernos de todos los niveles habiliten una campaña de prevención y protección a mujeres violentadas en tiempos de la pandemia.

El tema de la violencia de género se percibe en una agenda postergada por la emergencia sanitaria, sin embargo, hay miles de mujeres en riesgo de morir no por el Covid19, sino por las agresiones y maltrato de parejas que conviven diariamente con ellas.

En el caso de Puebla este tema sigue invisibilizado porque ya vimos que la inoperancia de la Secretaría de Igualdad Sustantiva que encabeza Mónica Díaz de Rivera ha dado clara muestra de ineptitud frente a la urgencia de dar un acompañamiento real a las mujeres que urgen apoyo para hacer frente a situaciones de violencia.

Respecto a la Fiscalía General del Estado y su titular Gilberto Higuera Bernal nos queda a deber mucho ante el mediocre trabajo que hacen para atender a las mujeres que son víctimas de violencia de género.

Y de las activistas “por contrato” y ocasión mejor no hablamos, ya que se convirtieron en una verdadera caricatura para agredir o emprender campañas de filtraciones y desprestigio en contra de las propias funcionarias del género.

Urge instar a las mujeres a denunciar y no quedarse calladas frente al riesgo que implica seguir en cuarentena por un mes más con sus agresores, lo que implica crudamente poner en riesgo sus vidas.

Las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública en México son letales al revelar que cada hora 155 mujeres piden auxilio frente a acciones de violencia que en cualquier momento pueden transformarse en crudas cifras de nuevos feminicidios en el país.

@rubysoriano
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