Tras el zafarrancho que este miércoles montó el diputado Héctor Alonso Granados, contra Gabriel Biestro Medinilla, el morenista minimizó lo ocurrido asegurando que no se meterá en “peleas de borracho”.
Desde el Congreso, un día después de que el diputado expulsado de la bancada de Morena regresara, tras una ausencia de varias semanas, sólo para protagonizar senda gresca en la que terminó metiendo de por medio a la diputada Tonantzin Fernández Díaz, Biestro Medinilla aseguró que será sancionado por el órgano de control del Congreso local.
También consideró que para evitar más episodios de este tipo, es urgente la Ley de Violencia Política de Género en Puebla para que personajes como Alonso Granados reciban una sanción ejemplar.
Y es que, no es la primera vez que se evidencia la misoginia del exturquesa, ya sea opinando sobre el aborto y las mujeres que nada más saben “abrir las piernas”, o tildando a sus compañeras de “mojigatas” por exigir que se prohíba la publicidad sexista en Puebla, o exigiéndole a Biestro que deje de “esconderse detrás de las faldas de Tonantzin” y las demás mujeres de la bancada de Morena.
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Por ello Biestro Medinilla indicó que, aunque son lamentables sus actitudes y comentarios, será los órganos de control los que se encarguen del diputado, a quien redujo a un “vividor de la política.
“De eso ya se encargarán los órganos de control (…) no le voy a dar importancia a una agresión vulgar por parte de alguien que está sumido en el desprestigio y la corrupción, no tiene caso. Es un vividor de la política, hay mucho que hacer para estarme metiendo en peleas de borrachos”.
