Desde el Zócalo de la Ciudad de México, este domingo 1 de septiembre y ante miles de personas Andrés Manuel López Obrador dio un mensaje con motivo de su sexto y último informe de gobierno.

A lo largo de dos horas el tabasqueño habló de sus políticas, obras y programas sociales, destacando su afirmación de que es posible gobernar respetando el “primero los pobres”, además dijo sentirse tranquilo porque entregará la banda presidencial a Claudia Sheinbaum Pardo, quien también acudió a escuchar el mensaje del Ejecutivo.

“Me voy también tranquilo porque a quien entregaré la banda presidencial, por mandato del pueblo, es una mujer excepcional, experimentada, honesta y sobre todo de buenos sentimientos, de buen corazón, afín a los principios fundacionales de nuestro movimiento de transformación y auténtica defensora de la igualdad, de la libertad, de la justicia, de la democracia, de la soberanía: Claudia Sheinbaum Pardo. ¡Presidenta, presidenta, presidenta, presidenta!”.

También repitió sus dichos contra “los oligarcas” del antiguo régimen y aseguró que no volverán al poder.

“Lo que quieren los oligarcas es ‘cratos’ sin ‘demos’, quieren poder sin pueblo. Al carajo con eso”.

Aprovechó para defender su iniciativa de reforma judicial e insistió en que la corrupción existe al interior del Poder Judicial, discurso que fue aplaudido por sus seguidores

“Hemos actuado de manera respetuosa, no hemos querido transar para que nos aprueben todo. Al contrario, hemos denunciado con hechos los actos de corrupción e influyentismo que predominan en el Poder Judicial”.

Aprovechó para hablar sobre el narcotráfico y envió un mensaje al gobierno de Estados Unidos, al cual le señaló que para combatir el tráfico de drogas se debe evitar que los jóvenes caigan en las adicciones.

“Es lo que siempre le decimos con mucho respeto a nuestros vecinos: atiendan las causas. ¿Por qué hay tanto consumo? ¿Qué no tiene que ver con el desamor, con la desintegración de las familias, con el abandono a los jóvenes? ¿Y qué se va a resolver el problema sólo deteniendo a capos del narcotráfico? ¿Se va a resolver el problema desapareciendo el fentanilo? Si hay consumidores van a inventar otra sustancia igual o peor, de terrible, de peligrosa, mortal, porque ahí está la demanda”.

En ese tenor sostuvo que de su modelo de seguridad ha funcionado.

“A diferencia de lo que sucedía en los gobiernos neoliberales, ahora no se reprime al pueblo, no se ejecutan masacres, no se tortura, no se desaparece a nadie, no se tolera la violación de los derechos humanos y tampoco existe un narcoestado como el que se configuró en el sexenio antepasado”.

Señaló como un logro de su gobierno lograr que la economía creciera 1% anual, a pesar de un entorno nacional e internacional “extremadamente difícil”, especialmente generado por la pandemia de Covid y celebró la creación de empleos formales en su gobierno.

“Cuando llegamos al gobierno, había 20 millones 79 mil trabajadores inscritos en el (Instituto Mexicano del) Seguro Social. Ahora son 22 millones 389 mil 835, hasta ayer. Es decir, 2 millones 310 mil empleos más formales. Y eso que yo no presumí que iba a ser el presidente del empleo”, comentó.

Al final de su discurso, Andrés Manuel López Obrador insistió a sus seguidores que la búsqueda de la felicidad no está en las cuestiones materiales.

“Y no olvidemos nunca, jamás, que la felicidad no reside en el dinero, en las posesiones materiales, en los títulos, ni en la fama, ni en la búsqueda del poder por el poder. La felicidad es estar bien con uno mismo, con nuestra conciencia y con el prójimo. Por último, gracias, gracias de corazón”, dijo al despedirse.