En solo 24 horas, en dos municipios de Puebla cuatro personas fueron señaladas como presuntos delincuentes y terminaron linchadas, resultando en la muerte de tres de ellos.

El primer caso se reportó la tarde del jueves 5 de septiembre en San Hipólito Xochiltenango, junta auxiliar del municipio de Tepeaca, donde pobladores habrían detenido en la conocida “Ruta del Marisco” a dos sujetos que estaban extorsionando a comerciantes, exigéndoles dinero a cambio de no hacerles daño. Sin embargo, la gente se organizó y respondió sometiéndolos y golpeándolos.

La situación fue informada a la policía municipal que inició un operativo para rescatar a los delincuentes y evitar su linchamiento, no obstante la gente respondió bloqueando la carretera federal a Tehuacán para evitar que se llevaran a los detendios a la comisaria.

Incluso los pobladores volcaron una patrulla y le prendieron fuego, además se enfrentaron con los policías a quienes lograron arrebatarle uno de los detenidos a quien continuaron golpeando.

Poco después el delincuente fue rescatado y trasladado al Hospital General de Tepeaca, sin embargo murió durante el traslado y finalmente fue declarado muerto en el hospital.

Durante la gresca también resultaron heridos tres policías que fueron atendidos por paramédicos de la Cruz Roja, además otra patrulla fue vandalizada.

Prenden fuego a uno en Tecamachalco

El segundo caso se reportó la mañana de este viernes en el municipio de Tecamachalco en la comunidad de Xochimilco.

En este caso fueron dos sujetos a los que acusaron de querer robar una camioneta.

Sobre el caso extraoficialmente se ha informado que uno fue golpeado y baleado, mientras el otro fue quemado.

Medios locales afirman que vecinos llamaron a los números de emergencia para informar que en la entrada de al comunidad en estaban golpeando salvajemente a un hombre, ademas que había una persona linchada sobre la avenida Reforma.

Paramédicos de Protección Civil llegaron a ambos lugares solo para encontrar que ambas víctimas carecían de signos vitales.

La zona fue acordonada por elementos de la policía municipal, estatal y Guardia Nacional.

No obstante, tampoco se descarta que se trate de un ajuste de cuentas entre bandas criminales.