Osiel Cárdenas Guillén, ex líder del Cártel de Golfo y fundador de Los Zetas, fue ingresado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, tras ser deportado la mañana de este lunes por el gobierno de Estados Unidos.

De acuerdo con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), Cárdenas luego de haber purgado una condena reducida de 25 a 14 años en una prisión en los Estados Unidos por distribución de cocaína, fue liberado en agosto de 2024. A pesar de ello, permaneció bajo custodia de autoridades migratorias mientras se esperaba la resolución de un recurso de su defensa para impedir su deportación y detención por parte de la Fiscalía General de la República (FGR).

Funcionarios de la Fiscalía General de la República (FGR) informaron que la entrega se realizó en Tijuana, Baja California, e inmediatamente se le trasladó al penal, donde tendrá que enfrentar cargos por los presuntos delitos de delincuencia organizada, contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Osiel Cárdenas es considerado el capo que “colombianizó” a México al cambiar la forma de operar de los cárteles del narcotráfico, ya que además del tráfico de drogas, su organización a través de “los Zetas”, su brazo armado, comenzó a dedicarse al secuestro, cobro de piso, tráfico de migrantes, trata de personas y robo de hidrocarburos, entre otros delitos.

Fue en 1996 cuando Osiel Cárdenas tomó las riendas del Cártel del Golfo y bajo su liderazgo y el de su socio Salvador Gómez Herrera, comenzó la expansión del cártel y la formación de su brazo armado integrado por desertores de grupos de élite del ejército mexicano.

Durante el tiempo que estuvo al frente del Cártel del Golfo, Cárdenas Guillén fue conocido por su brutalidad y su papel en la consolidación del poder de la organización.

Se estima, de acuerdo con el FBI, que Cárdenas Guillén llegó a generar más de 41 millones de dólares en ganancias para el Cártel de Golfo en un periodo de tres meses en el área de Atlanta.

Finalmente, el capo fue arrestado en 2003 luego de un tiroteo entre militares y fuerzas de seguridad en Matamoros, Tamaulipas.

Contra el capo pesaban acusaciones por acabar con la vida de varios agentes de aduana y antidrogas, por lo que tiempo después fue extraditado a Estados Unidos donde se declaró culpable de cinco cargos, incluidos tráfico de cocaína y marihuana, lavado de dinero y amenazas a agentes de seguridad estadounidenses.

Finalmente, cuatro años después del arresto de Cárdenas Guillén, los Zetas dejaron de ser el brazo armado del Cártel del Golfo para independizarse y convertirse en un cártel bajo el mando de Heriberto Lazcano, “El Z-3”.

Bajo el mando de Lazcano los Zetas tuvieron sus mejores años criminales, hasta que fue asesinado en octubre de 2012 en un enfrentamiento con elementos de la Marina en Coahuila.

Las luchas internas por el control del grupo originó una guerra interna que dividió a la organización criminal entre “Los Zetas Vieja Escuela” y el Cártel del Noreste.