Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, rechazó que la reciente decisión de Estados Unidos de reforzar su seguridad en la frontera sur, al designar ciertas zonas como áreas de defensa nacional, fuera un acuerdo con Donald Trump para frenar la migración.

En su conferencia de prensa matutina de este 23 de mayo, la mandataria enfatizó que México tiene derecho a disentir de dichas políticas y reafirmó que no aceptará un acuerdo así, en referencia a la creación de una nueva zona militar restringida en la frontera, la cual será administrada por el Pentágono.

El gobierno estadounidense anunció que tomará el control de una franja de más de 100 kilómetros en la frontera sur, incorporándola a la base de Fort Bliss. A la par, la embajada de Estados Unidos en México anunció que habrá sanciones severas para cualquier persona no autorizada que ingrese a estas áreas. Ante esta situación, Sheinbaum insistió en que la migración debe abordarse desde una perspectiva social y que la cooperación para el desarrollo es clave para atender el fenómeno de manera efectiva.

Sheinbaum reiteró que México no ha participado en ningún acuerdo para militarizar la frontera y subrayó que el gobierno estadounidense ha tomado medidas unilaterales para reforzar su seguridad. También destacó que la creciente presencia militar en la frontera responde a la estrategia de Estados Unidos de endurecer sus políticas migratorias, lo que ha provocado una notable reducción en el número de personas detenidas por cruzar irregularmente.

Desde la llegada de Trump al poder, su administración ha militarizado la frontera, ejecutado redadas y eliminado beneficios migratorios para varios grupos. También ha logrado que México despliegue miles de elementos de la Guardia Nacional para controlar el flujo de migrantes y combatir el tráfico de drogas.