Más de 60 cuerpos fueron recuperados el fin de semana, incluyendo al menos una decena de mujeres y bebés, durante la cuarta diligencia de exhumaciones en las fosas de Jojutla, Morelos, informaron buscadoras.

Sin embargo, las excavaciones fueron suspendidas por las autoridades estatales tras detectarse un serio riesgo de colapso en un muro perimetral dañado por las lluvias recientes provocadas por el fenómeno meteorológico Érick.

El dictamen técnico reveló fracturas y fisuras en la estructura de más de 24 metros de largo y casi 2 metros de alto, lo que implicaba un peligro para el personal en caso de continuar con los trabajos. Hasta el momento, la excavación había alcanzado una profundidad de 2.5 metros.

En cuanto a los hallazgos, Amalia Alejandra Hernández, integrante del colectivo Desaparecidos Tetelcingo y Jojutla y quien es tía de Oliver Wenceslao Navarrete, inhumado de forma irregular en ese lugar, acusó falta de claridad en la clasificación de los restos, ya que muchos estaban mezclados y no se podía identificar si habían sido víctimas de violencia o atendidos médicamente, debido a la carencia de análisis especializados en el sitio.

El colectivo denunció también la ausencia de personal técnico especializado de parte de la fiscalía, ya que la única experta presente era una arqueóloga sin cédula profesional adscrita por la Comisión Nacional de Búsqueda.

Las exhumaciones, iniciadas en 2017 en el panteón municipal “Pedro Amaro”, han dejado perplejas a las familias al descubrir cuerpos en condiciones irregulares, incluyendo casos de personas maniatadas y envueltas en bolsas. La fiscalía planea una nueva reunión para definir cuándo podrán reanudarse los trabajos, en función de las condiciones de seguridad.