Varias ciudades británicas fueron centro este sábado de nuevas protestas por el alojamiento de viajeros que solicitan asilo en hoteles, entre un fuerte dispositivo policial debido a la presencia de manifestantes contrarios a los migrantes y de grupos en contra del racismo.

Bajo el lema de “Abolan el sistema de asilo”, cientos de personas se congregaron en ciudades inglesas como Bristol, Exeter, Tamworth, Cannock, Nuneaton, Liverpool, Wakefield, Newcastle y Horley, así como en las escocesas de Aberdeen y Perth y la galesa de Mold para expresar su oposición a los hoteles con migrantes.

En estos lugares también se dieron cita grupos que repudian las protestas, bajo el lema de “Hagamos frente al racismo”.

Aunque hubo algunos forcejeos entre manifestantes y agentes, no se produjeron incidentes violentos, pero las fuerzas del orden desplegaron numerosos agentes dado que estas quejas van en aumento en el país y se esperan más para este domingo.

En Bristol, al oeste de Inglaterra, la Policía montada a caballo intervino para separar grupos rivales en el área de Castle Park, donde los agentes se enfrentaron a los manifestantes y una mujer de 37 años de edad fue arrestada por agredir supuestamente a un trabajador de emergencias.

En estas protestas, los manifestantes antimigración cantaron envueltos en banderas de San Jorge, la bandera de Inglaterra, y portaron pancartas contrarias a los hoteles que albergan a los migrantes, mientras se escuchaban gritos de “esto no se trata de racismo”.

Los otros grupos, por su parte, corearon una consigna que decía “dilo alto, dilo claro, aquí los refugiados son bienvenidos” y llevaron carteles que pedían solidaridad para que se detuvieran las deportaciones.

Los sucesos del sábado llegaron en medio de la continua tensión en torno al uso de estos lugares para alojar migrantes, medida que el gobierno del laborista Keir Starmer ha prometido suprimir para el final de la actual legislatura, en 2029, pero avisó de que esto deberá hacerse de manera gradual y ordenada.

Las protestas de hoy se produjeron después de que el Tribunal Superior de Londres otorgara el martes al ayuntamiento de Epping, a las afueras de la capital británica, una orden judicial temporal para expulsar a los migrantes del Hotel Bell de esa localidad el 12 de septiembre.

Ese hotel fue centro de protestas tras la imputación del migrante de origen etíope Hadush Gerberslasie Kebatuhursday, residente en ese establecimiento, acusado de agresión sexual por supuestamente intentar besar a una niña de 14 años de edad en la localidad.