El gobierno de Irán ha presentado un proyecto de ley ante el Parlamento para permitir que las mujeres conduzcan motocicletas, una acción que ha estado prohibida desde 1979 con la instauración de la República Islámica.

La propuesta busca modificar el artículo 20 de la Ley de Tráfico, que actualmente restringe la emisión de licencias de conducir motocicletas solo a los hombres. Este cambio legislativo deberá ser aprobado por un Parlamento iraní de mayoría conservadora, que históricamente se ha mostrado reacio a la expansión de los derechos de las mujeres.

La prohibición para las mujeres de conducir motocicletas ha existido en Irán por más de medio siglo, una medida que el líder supremo Ali Jameneí justificó en el pasado, argumentando que podría “extender la corrupción”.

A pesar de la prohibición, muchas mujeres han conducido motocicletas en la práctica, aunque sin licencias ni seguro de tráfico. Esta situación presenta serios riesgos financieros para ellas y para otros usuarios de la vía en caso de accidentes, según el político Kazem Delkhosh.

En los últimos años, ha habido un creciente movimiento de mujeres que han expresado su descontento por esta restricción. De hecho, la Federación de Motociclismo de Irán ha permitido que las mujeres entrenen en circuitos desde 2016 e incluso ha creado una competición femenina en 2019.

La propuesta de ley se presenta en un momento clave para los derechos de las mujeres en Irán. Tras la muerte de Mahsa Amini en 2022 y las consecuentes protestas, el gobierno del presidente Masud Pezeshkian ha tomado decisiones significativas.

Entre ellas, la paralización de una ley que endurecía las penas por no usar el velo y la decisión de no castigar a las mujeres que no lo lleven. Estas medidas han llevado a un notable aumento de mujeres en Teherán que han dejado de usar la prenda, mostrando un impacto tangible en las calles y sugiriendo un posible cambio de rumbo en las políticas sociales del país.