El 16 de mayo de este 2022 escribí:

El tema de el servicio de agua para los poblanos fue uno de los más recurrentes en cualquier candidato que buscaba el voto popular en el 2018. Dado el pésimo servicio y las cuotas elevadas era algo inevitable y garantizaba llamar la atención del votante y buscar su apoyo.

En aquella no muy lejana campaña para dirigir los destinos de el estado de Puebla, Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta señaló, afirmó, prometió, que iba a revertir la privatización de los servicios públicos, destacando el negocio del agua. Las históricas paredes y espacios de San Pedro Museo del Arte, además de la nutrida concurrencia apoyadora de su candidatura, fueron mudos testigos de ese compromiso.

Así inició, en el 2018, su campaña por el puesto que ahora ejerce.

Repito que son cerca de 2,500 servicios de agua en el País y el de Puebla se encuentra entre los diez más caros. Con una gran diferencia, en las otras nueve ciudades el servicio es de calidad. Ahora, con la nueva decisión del Congreso de Puebla, es probable que el agua de Puebla sea la más cara, rebasando a las otras nueve.

Antes de este fatídico julio, el gobernador Barbosa Huerta, dijo con respecto a la recuperación estatal del servicio de agua para los poblanos, que se estaban preparando las condiciones formales para regresar el control y administración del agua a los municipios y terminar con la concesión para Agua de Puebla.

Mentira.

Ahora que las instrucciones políticas fueron asumidas por parte de la bancada morenista y adláteres, y avalaron y aprobaron en el Congreso de Puebla el aumento en las tarifas de agua administrada por Agua de Puebla han provocado irritación en la población y zafarrancho en las huestes morenistas.

Vienen los peores momentos para Morena de Puebla. Pero eso será causa de otro escrito.

Es cuanto.

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Luis Enrique Sanchez Fernández es periodista; ha escrito para impresos en papel, radio, televisión y portales digitales. Es universitario, historiador y cronista.