La alcaldesa Claudia Rivera Vivanco estudia realizar hacer un viaje del domingo 25 al miércoles 28 de agosto a Cartagena de Indias, para firmar un convenio de intercambio turístico y cultural entre la ciudad colombiana y la capital de Puebla.

En breve entrevista, la munícipe que en más de una ocasión ha sido criticada por sus claras intenciones de preferir viajar a firmar convenios en vez de atender los reclamos ciudadanos, confirmó la invitación.

No obstante, dijo que ausentarse dependerá de varios factores, aunque insistió que sería un honor estar presente porque “ambas ciudades comparten temas históricos y culturales, además de asignaturas como la modernidad de las urbes”.

Resaltó que de viajar se estaría impulsando el intercambio turístico y cultural y reafirmando el hermanamiento con la ciudad “identificada con la lucha contra la esclavitud”.

“Recibimos la invitación, para un intercambio, para una semana de Puebla en Cartagena, es intercambio turístico, intercambio gastronómico, cultural, académico, universitario”.

Mencionó que aunque sería “un honor”, aclaró que su presencia no es obligada para firmarla porque también han sido invitadas Mónica Prida Coppe, secretaria de Turismo; Marta Teresa Ornelas Guerrero, presidenta de la comisión de Arte, cultura y Turismo, además de presidentes del sector empresarial.

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“Depende de varias cosas el ir, un hermanamiento lo puede firmar las autoridades de los municipios, es de ideas, independientemente de eso, los lazos de trabajo siempre estarán presentes”.

El convenio comprende intercambio turístico, académico, cultural, gastronómico, empoderamiento de las mujeres, además de estrategias para el combate a la violencia.

Cabe recordar que Claudia Rivera dejó de lado los viajes, luego de su visita a Viena, cuando acudió a un foro de la Unesco de ciudades patrimonio.

En esa ocasión la alcaldesa ignoró los llamados tanto de regidores como diferentes actores que le pidieron no asistir, considerando la crisis de inseguridad que azotaba y sigue existiendo en la ciudad.

Sin embargo, la presidenta optó por viajar, situación que le valió una serie de críticas que la obligaron a desistir de otras invitaciones o enviar a regidores.