Rafael Antonio Olvera Amezcua, quien fuera dueño de Ficrea, fue arrestado en Texas, Estados Unidos, y se espera sea extraditado a México para responder por haber defraudado a más de 6 mil ahorradores.

Olvera era buscado por la Interpol desde 2014, después de que Ficrea fuera intervenida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), ante la sospecha de lavado de dinero.

En el proceso fueron congelados los ahorros de más de 6 mil personas, la mayoría de Distrito Federal, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Puebla, Querétaro, Coahuila, Nuevo León, quienes tenían en la financiera, en conjunto, poco más de 6 mil millones de pesos (unos 414 millones de dólares).

El 14 de diciembre de 2014 la CNBV determinó retirarle la licencia a Ficrea, con lo que de forma automática procedía la liquidación de la misma.

Sin embargo en el proceso se encontró un faltante de 2 mil 700 millones de pesos, producto de un fraude de parte del accionista principal, quien desvió recursos para comprar vehículos de lujo, edificios y departamentos para uso propio y de su familia.

El 6 de enero de 2015 se emitieron órdenes de aprehensión contra Olvera Amezcua, por lavado de dinero y delincuencia organizada, sin embargo para ese momento el acusado ya estaba fuera del país.

Finalmente 4 años después, Antonio Olvera deberá responder ante autoridades mexicanas por fraude y violación a la Ley de Ahorro y Crédito Popular, hasta ahora se ha comprobado que el defraudador dispuso de más de 90 millones de pesos de sus inversiones para comprar 11 inmuebles en Acapulco, Guadalajara, Ciudad de México y el Estado de México.