Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, se deslindó de los señalamientos de la boda de César Yáñez, próximo coordinador general de Política y Gobierno.

Este jueves, tras concluir una reunión Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos, López Obrador pronunció: “no me casé yo, fui invitado, asistí, cada quien es responsable de sus actos”.

Enfatizó que los cuestionamientos provienen de sus adversarios quienes están al pendiente de “cualquier error”.

El presidente electo aseguró que se trató de un evento social y privado y no de un acto político, al que acudió como cualquier invitado.

“No fue una acción de gobierno, se trata de un evento social, privado, yo asistí, desde luego que están cuestionando nuestros adversarios porque andan buscando cualquier posible error para hacernos la crítica, se me hace que tienen derecho a hacerlo”.

Indicó que en lo que se refiere a temas de gobierno, la coalición de Juntos Haremos Historia seguirá “actuando con austeridad”.

El pasado 29 de septiembre, César Yáñez contrajo matrimonio con Dulce María Silva Hernández, empresaria originaria de Tlaxcala, en donde diversos medios de comunicación tanto locales como nacionales, criticaron la cobertura de la boda, debido a que en el evento fue organizado en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad de Puebla, en donde asistieron 600 invitados.