La crisis de salud es grave. Ningún sistema sanitario del mundo estaba preparado para enfrentar la grave pandemia del COVID-19. Mucho se ha dicho. Más se ha escrito.

Cálculos políticos, más allá de los reales tiempos sanitarios, auguran que el confinamiento, el aislamiento, las fases 4, 5 y 6 tendrán una temporalidad de uno, dos o tres meses más.

Buenos deseos.

Manejo de las emociones sociales.

La realidad económica será más grave en el futuro. Más que la crisis sanitaria.

Y, hasta ahora, los gobiernos, los gobernantes, se han detenido solo en la coyuntura de salud. La económica les ha pasado de noche.

Es urgente para el futuro inmediato se aplique una estrategia económica que permita soportar la crisis social que dejara la pandemia actual. Extensiva para el mediano plazo.

El gobernador Miguel Barbosa ha decretado este uno de mayo que los restaurantes y espacios públicos de comida y bebidas no deberán dar atención pública. Solo a domicilio o para llevar. Protección social en el crecimiento pronunciado de la pandemia.

La actividad económica se paralizará aún más una vez vencida la crisis sanitaria. Dos años cuando menos.

La crisis económica en el mediano plazo será de desastre. Inevitables las consecuencias negativas. Difícil panorama.

Los Bonos de Guerra que ahora ha rescatado como propuesta el PRI es algo novedoso para México. En su origen, su nombre lo refiere, son inversiones para apoyar y financiar la guerra y que en la Primera Guerra Mundial se utilizaron. Gran Bretaña, Francia, Alemania, en algún momento los han utilizado. Una corriente en Estados Unidos los propone ahora.

Ahora el PRI ha rescatado su vigencia para las condiciones de México y para los restauranteros, vendedores de comida y de bebidas alcohólicas, ante los decretos que garantizan cuidado y precaución en la propagación de la pandemia.

Bonos de Guerra, una interesante propuesta. No solo para activar la economía restaurantera, que ya es benéfico, también para activar la economía en el corto plazo.

Este 4 de mayo, en Puebla, el PRI estatal hará la propuesta.
Bien bajado ese balón.

Monólogo
¿Y si el gobernador Barbosa Huerta aplicara el Bono de Guerra para activar la economía del estado de Puebla en el corto plazo? Con un interés mayor que el bancario, sería interesante para varios inversionistas poblanos. Y un impulso económico para la crisis que se avecina. Copiar no necesariamente es negativo.

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Luis Enrique Sanchez Fernández es periodista; ha escrito para impresos en papel, radio, televisión y portales digitales. Es universitario, historiador y cronista