Una de las primeras conclusiones de las diferencias políticas que han desembocado en la “revisión preventiva” de la Auditoria Superior del estado de Puebla a la BUAP es el adelanto del proceso de sucesión rectoral.

La elección del rector que supliría a Alfonso Esparza debe ser en septiembre del 2021, para que la toma de posesión sea el 4 de octubre de ese año.

Lo anterior de acuerdo al calendario universitario.

Pero, los últimos dos rectores, por motivos políticos, han adelantado su salida y omitido la programación oficial del Consejo Universitario.

Enrique Doger Guerrero solicitó licencia por año y medio para ser presidente municipal de Puebla. Enrique Agüera Ibáñez pretendió ser lo mismo; no lo logró, pero solicitó licencia varios meses antes de concluir su gestión en la BUAP.

Guadalupe Grajales Porras ha sido nombrada secretaria general de la BUAP en sustitución de José Jaime Vázquez López. El mismo día en que el Consejo Universitario ha rechazado, de manera formal, el intento de “revisión preventiva” de la ASE.

Las primeras conclusiones de analistas políticos universitarios son que:

1. Que el proceso de sucesión se ha adelantado; 2. Jaime Vázquez ha sucumbido en su posibilidad; 3. Lo mismo Francisco Vélez; 4. Que es tiempo que la BUAP se distinga por la equidad de género y sea una mujer la rectora; 5. Que la “Revisión” no avanzará; 6. Que fuerzas políticas del centro del país han orientado el desenlace entre Casa Puebla y Edificio Carolino; 7. Que en no más de 6 meses todo será miel sobre hojuelas; y 8. En esta última hay divisiones: ¿Rectora habemus?

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Luis Enrique Sanchez Fernández es periodista; ha escrito para impresos en papel, radio, televisión y portales digitales. Es universitario, historiador y cronista.